Maite SOROA | msoroa@gara .net
Lo que les preocupa es el músculo social
No voy a agotarles con las mil y pico interpretaciones periodísticas del comunicado de ETA. La inmensa mayoría de ellas eran, además, previsibles. Y me jugaría algo que más de uno de los pensadores de la prensa hispana había dejado el artículo hecho antes de irse de finde a la Sierra.
Haré, sin embargo, una excepción con el escrito de Jesús Cacho publicado ayer en «El Confidencial».
El articulista se hacía eco del análisis de «uno de los más conspicuos -siempre alejado de los focos- conocedores de lo que ocurre en las profundidades de la izquierda independentista vasca». A ver qué nos cuenta el conspicuo.
Según esta interpretación «lo importante no es el comunicado de ayer de ETA, con serlo mucho, sino el movimiento político que desde hace meses viene desarrollándose en el seno de la izquierda abertzale».
Así, nos habla de «una auténtica revolución, producto del convencimiento al que han llegado los Oteguis, Usabiagas y demás familia abertzale, alimentada por la tesis según la cual la vía política en la lucha por la independencia es mucho más rentable que la de la violencia, y de que por esa vía Batasuna puede llegar a hacerse con el 20% del voto vasco, convirtiéndose así en elemento decisorio dentro del Parlamento de Euzkadi, en una pesadilla para el PNV y en un auténtico quebradero de cabeza para el Gobierno de Madrid». No tiene mal color.
En estas condiciones cree Cacho que «no habrá fuerza humana capaz de impedir el paso de la coalición a las instituciones vascas, con el demoledor efecto que el peso de ese 20% tendría sobre el pretendido papel hegemónico del PNV en la sociedad vasca, sobre la política en Euzkadi y sobre su continuidad en el marco constitucional español». Palabras mayores, sin duda.
Y para concluir tan demoledor análisis, nos dice Cacho que «la verdadera preocupación ahora de Alfredo Pérez Rubalcaba, nuestro inabarcable Fouché, no es tanto ETA como esa izquierda abertzale y su imparable apuesta por la vía política. Porque esa izquierda en busca de músculo social pasa ampliamente de Madrid y su Gobierno». Y más habrán de preocuparse cuando sea la mayoría la que pase de Madrid.