Quién sabe algo de televisión? José Miguel Contreras, consejero delegado de La Sexta, acaba de declarar solemnemente: «Todo lo que sabíamos de televisión ahora no sirve de nada». No se trata de hacer un análisis de texto, sino de aceptar esta máxima como hilo argumental de los vaivenes de las parrillas de programación. La fragmentación de audiencias, la irrupción de otros soportes para las propias programaciones televisivas, van incorporando incertidumbres, circunstancias variables que hace casi imposible sostener un hilo conductor que atraviese todo de una manera coherente.

Yo diría que no hay marcas que fidelicen, sino que hay indicios que hacen intuir una cierta constancia temporal. Los programadores buscan targets, pero en cada target hay un individuo que se siente muy atraído por House, por poner un ejemplo, hasta que se cansa y le engaña con una pareja de policías. O que se puede entretener durante unas tardes de resaca vacacional con Belén Esteban, pero acaba por odiarla en las próximas décadas. Los propios sistemas de producción han cambiado, las series se hacen con pocas garantías, por lo tanto ya es casi imposible que alguien grabe los trece capítulos seguidos, sino que adelantan dos o tres y conforme los resultados de Sofres, van ampliando.

Todo es bastante más perecedero, más inseguro, por lo tanto, peor. Hay muchísimas más probabilidades del desastre, del colapso. Cada cadena tiene su nudo de TDT con cuatro canales posibles, por lo tanto, con un gasto básico, no muy importante, tiene otro lugar en nuestro mando a distancia para repeticiones y para colocar fracasos, pero ¿es eso rentable? La suma de muchos pocos puede hacer un mucho, pero a la vez, es una incitación a la propia fragmentación. Probablemente tenga mucha razón Contreras, que sirve de muy poco el librillo de antes de la digitalización, y que el futuro todavía está más complicado, solamente que la inestabilidad es mayor y que las audiencias van a ser cada vez más minoritarias. Saber o no saber, no es solamente la cuestión, sino la necesidad prioritaria para poder afrontar la próxima semana como máximo. No miran más allá, porque está muy nublado.