Tras el doble veto judicial a las movilizaciones del sábado en Bilbo, la plataforma Adierazi EH hizo saber anteayer su intención de entablar contactos con agentes sociales y políticos para consensuar compromisos que traigan la democracia a Euskal Herria. Fue durante una rueda de prensa multitudinaria en el Kafe Antzokia que recabó la atención del presidente del PP en la CAV. Antonio Basagoiti declaró ayer que esta declaración es «un sarcasmo» y que sitúa a Euskal Herria como «el país del mundo al revés».

Según su opinión, supone «una vergüenza» realizar estas afirmaciones desde «un grupo conformado por quienes han defendido el asesinato, más los que nunca les han asesinado a nadie». Consideró intolerable que «den lecciones de democracia a quienes hemos puesto las víctimas y llevamos escolta».

Urkullu: «Que no nos mareen»

El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, criticó por su parte la prohibición del acto del sábado, pero sin ir más allá tras la petición de compromisos democráticos por parte de los 42 agentes que lo impulsaban.

En un mitin celebrado en el batzoki de Ortuella, Iñigo Urkullu censuró que en este caso se ha producido una «aplicación arbitraria» de la Justicia, y culpó a determinados poderes del Estado que cree que «siguen en un círculo viciado».

No obstante, insistió en marcar mucho las distancias respecto a la izquierda abertzale y a sus propósitos. Urkullu afirmó de ella que «sigue enredada tras tantos procesos» y le insistió en que «sabe lo que tiene que hacer», por lo que pidió a sus dirigentes que «lo hagan y no pretendan marearnos».

Como conclusión de lo ocurrido ante estas movilizaciones y durante el mismo sábado, el presidente del EBB dijo que «hay demasiada gente mirando al pasado, mirando siempre hacia atrás». «Ayer vivimos uno de esos días de situaciones que nos recuerdan al pasado. No lo entiendo. ¿Qué es lo que se pretende? ¿Seguir así hasta las próximas elecciones para ver cómo se deshoja la margarita?».