Mikel Olaciregui: «Este modelo de Festival de Cine de Donostia no resistiría más recortes»
El director de Zinemaldia vivirá su última edición al frente del certamen, cuyo actual modelo no cree que resista un nuevo recorte presupuestario tras la «cirugía» sometida a causa de la crisis.
Ana BURGUEÑO (EFE) | DONOSTIA
Mikel Olaciregui explicó ayer que la financiación del Festival se ha reducido un 15%, en casi un millón de euros desde 2007. Un descenso añadido del 5% colocaría a su estructura en una situación «crítica» y, «a partir de ahí, habría que tomar medidas más profundas», opinó.
«Tendrían que empezarse a tocar cosas que hasta ahora no se han tocado. Se ha cortado todo lo que no tenía que ver con el hecho cinematográfico, como las fiestas, se ha reducido un día el Festival, se ha suprimido una retrospectiva. Si a esto unes un recorte sustancial, habría que adoptar medidas no sólo de formato y programación, también de personal», precisó.
Este mensaje se lo transmitió al Ministerio de Cultura, Gobierno de Lakua, Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento de Donostia, las cuatro instituciones públicas que aportan fondos al Festival -este año 3,85 millones de los aproximadamente 6,6 del presupuesto- y piensa que «lo han entendido».
Pero no son los problemas económicos los que le han hecho tomar la decisión de dejar el cargo, al que accedió en 2001, sino el convencimiento de que debía cerrar una etapa tras dieciocho años vinculado a Zinemaldia con diferentes responsabilidades.
Tampoco han sido los ajustes presupuestarios su batalla más difícil en estas casi dos décadas. Recuerda muy especialmente su primer año como director, cuando los atentados del 11-S «arruinaron, entre comillas», los planes de la 49 edición, a la que cancelaron su asistencia Warren Beatty y Julie Andrews, que iban a recoger los premios Donostia, así como Glenn Close, Barbara Hershey y Mira Sorvino, entre otros.
Buenos y malos recuerdos
Olaciregui se lleva una considerable colección de buenos recuerdos. Su memoria guarda, como una de sus mejores experiencias, los días que compartió con Robert Mitchum en 1993, cuando el actor estadounidense vino a recoger el Premio Donostia y él, en su primer año en Zinemaldia, se convirtió en su «referente» durante varios días.
También considera inevitable hacerse enemigos en un puesto como el suyo, «en el que tienes que tomar decisiones y no puedes contentar a todo el mundo», especialmente cuando hay que decir «no» a la participación de una película en el certamen.
No se atreve a calificar su gestión, pero recurre a dos adjetivos que le ha otorgado un periodista, discreto y eficaz. El primero, porque ha procurado «estar siempre en un segundo plano». Y eficaz, porque «va muy unido» a su «formación-deformación profesional». «Esa visión de la economía, de la logística, de hacer del Festival una estructura eficiente y eficaz a lo largo de estos dieciocho años sí ha sido casi una obsesión», destacó.
Por otra parte, ayer a las 9.00 se pusieron a la venta las entradas para Zinemaldia. La cifra provisional a las 21.30 fue de 45.151 entradas, a falta de contabilizar el total de ventas efectuadas por los diferentes canales. A las 11.15, ya se habían agotado las entradas anticipadas para la Gala del Premio Donostia. También se ha agotado el pase «Bicicleta, Cullera, Poma» del 19 de setiembre en el Kursaal. Para ambas sesiones habrá entradas disponibles el mismo día en las taquillas del Kursaal. Asimismo, todas las sesiones de «Barney's Version» están agotadas, mientras que otros títulos de Zabaltegi Perlas han agotado ya algunas de las sesiones.