Los sindicatos británicos buscan jugar el papel de árbitros en la elección del nuevo líder laborista, proceso en el que la mayoría apoya a Ed Miliband, el candidato más escorado a la izquierda, esperando que les devuelva un mayor peso en el seno de un partido que nació de las centrales sindicales.

La tarde del lunes, los cinco candidatos a la presidencia del Partido Laborista acudieron, en la recta final de la campaña, a disputarse el voto de los sindicalistas, que están reunidos hasta hoy en el marco del congreso anual de su confederación, la TUC.

Entre los candidatos hay cuatro ex ministros, los hermanos David y Ed Miliband, Ed Balls y Andy Burnham, además de la diputada Diane Abbott.

De todos ellos, es Ed Miliband, quien aboga por un retorno a los fundamentos del partido, el que cuenta con un mayor apoyo por parte de los sindicatos. De 15 centrales sindicales asociadas al Partido Laborista, seis le han mostrado su apoyo, entre ellas la más poderosa, Unite, que cuenta con 1,5 millones de afiliados.

Los militantes laboristas están dando su voto por correo a lo largo de este mes, y el nombre del vencedor se dará a conocer el próximo 24 de setiembre.