Ryan Reynolds: «Estuve agotado emocional y sicológicamente a consecuencia del rodaje»
Toronto acogió ayer la proyección de «Buried», una historia que recoge los 90 minutos de un hombre enterrado vivo en un desierto iraquí y que se presentará este sábado en Zinemaldia dentro de las Perlas de Zabaltegi.GARA | TORONTO
El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) acogió ayer la presentación de «Buried», dirigida por Rodrigo Cortés, un título que no dejó indiferente a nadie, ni tan siquiera a su protagonista, el canadiense Ryan Reynolds, quien reconoció haber estado «agotado emocional y sicológicamente» a consecuencia del rodaje. «No pienso quejarme nunca más en un rodaje mientras viva», reconocía el actor de esta cinta, que recoge los noventa minutos de vida que le quedan a un hombre enterrado vivo antes de que el oxígeno que entra en la cavidad se agote.
«Fue duro», dijo; «he vivido todas las emociones humanas que puedan existir». Durante el rodaje, Reynolds tuvo que estar acompañado por un equipo de enfermeros por si hacía falta socorrerle. Incluso su garganta se vio resentida en varios momentos, ya que el protagonista pierde la voz al inicio de la película, y se vio obligado a adaptarla a la narración.
Por su parte, el director de la película, Rodrigo Castro, confesó que la película «es un sinsentido insensato, pero atrajo mi interés desde el principio. Recuerdo que cuando me enviaron el guión pregunté de qué iba, y me dijeron que sobre un tipo encerrado en una caja durante 90 minutos, así que dije: `Estoy interesado'. Porque es imposible hacer un film como este», dijo.
«Decidí ir en contra del sentido común y no pensar demasiado sobre ello, porque sabía que, cuando pensase en ello, comprendería fácilmente que era imposible hacerlo. Ahora sé que es imposible, pero está hecho, así que es demasiado tarde. Lo siento», bromeó.
El drama del amianto
Además de esta película, Zinemaldia acogerá el estreno de «La plaza de la música», un documental dirigido por el director guipuzcoano Juan Miguel Gutiérrez, y que aborda «el drama que está ocasionando el amianto entre los trabajadores, sus familias y por los afectados mediambientales, enfermos por el simple hecho de vivir cerca de fábricas que han utilizado el citado material, como es el caso de Paisa de Errenteria, o de Uralita de Barcelona», indicaron ayer desde la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi.
Este documental «narra con realismo las dificultades de los trabajadores, mostrando el rostro de las víctimas, de la muerte dolorosa e irremediable de quienes padecen de abestosis o mesotelioma, enfermedades provocadas por el contacto de este material, prohibido en el Estado español desde 2002».
La película tiene su origen en la citada plaza de Errenteria, donde hace más de 35 años se levantaba la fábrica Paisa, desmantelada en 1975, en la que se trabajaba con amianto.
Por su parte, la organización de Zinemaldia comunicó ayer que el certamen será también accesible para personas con discapacidad sensorial (visual y auditiva). Por tercer año, todas las galas del festival se subtitularán tanto en el lugar de su realización como en su emisión por televisión, de manera que estos actos sean accesibles para las personas sordas. «Celda 211» y «Habitación en Roma», también serán adaptadas.
Además de «Buried», Zinemaldia estrenará un documental que aborda el drama que está ocasionando el amianto entre los trabajadores y familiares..