El responsable de la Comisión Electoral afgana, Fazil Ahmad Mahnawi, aseveró ayer que hay «poco» margen para el fraude en los comicios parlamentarios de sábado, pues para evitarlo se han cerrado todos los colegios electorales en las «áreas violentas» del país.

Horas antes del cierre de campaña, Mahnawi reiteró que todos los centros de votación en las áreas más violentas del país cerrarán sus puertas «para prevenir el fraude» y los electores podrán acudir al más cercano a depositar su voto. Según Manhawi, el fraude (de cientos de miles de papeletas) en los comicios presidenciales de agosto de 2009 se registró en las zonas más violentas e inaccesibles del país.

En esta ocasión, la Comisión Electoral ha decidido mantener cerrados 938 de los 6.835 colegios en 25 de las 34 provincias afganas. De este modo, consideró que hay «poco» margen para depositar papeletas fraudulentas.

«Lo habrá»

Una apreciación con la que no coincide la Comisión afgana de Quejas, encargada de investigar las eventuales irregularidades electorales, que ayer aseguró que «por supuesto que habrá fraude, habrá muchos fraudes». Johann Kriegler, uno de los dos miembros extranjeros de la Comisión, preguntó si habrá demasiados fraudes y afirmó que desde el primero ya son demasiados, al tiempo que invitó a los afganos a acudir a votar pese a la campaña de intimidación de la insurgencia y a la violencia.

«Será una votación disputada porque un gran número de candidatos aspiran a un pequeño número de escaños, afirmó.

Unos 12,5 millones de afganos están llamados a las urnas en las segundas elecciones parlamentarias de la era postalibán, censo muy inferior a los 17 millones registrados en las presidenciales. Los votantes podrán elegir entre 2.556 candidatos para cubrir los los 249 escaños de la Wolesi Jirga o Cámara Baja afgana.