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«Creo que el teatro musical no está muy bien valorado en nuestra profesión»

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Marta Rivera

Actriz, cantante y bailarina

Marta Ribera nació en Girona en 1971. Ha participado en numerosas obras de teatro, como «The Rocky Horror Show» o «La magia de Broadway», o en series de televisión como «Un paso adelante» o «Mis adorables vecinos». Recibió el Premis Butaca como mejor actriz por «Jeckyll & Hide» y el Premio Gran Vía por «Cabaret». Ahora está de gira con «Chicago», en el papel de Velma Kelly.

Ane ARRUTI | BILBO

Tras su estancia en el Teatro Arriaga de Bilbo durante más de tres semanas, el musical «Chicago» ha llegado a Baluarte de Iruñea para quedarse hasta el próximo domingo 26. La orquesta en directo, acompañada de espectaculares y sensuales coreografías, nos traslada hasta el Broadway de los años veinte.

Escrita por el gran Bob Fosse y Fred Ebb, y con música de John Kander, narra la historia de Roxie Hart (María Blanco), ama de casa y bailarina de un club nocturno, que asesina con malicia a su amante cuando él amenaza con abandonarla. Desesperada por evitar la condena, Roxie contrata al abogado más habilidoso de la ciudad de Chicago, Billy Flynn (Carlos Lozano) y engaña al público, a los medios de comunicación y a su compañera de celda y rival, Velma Kelly (Marta Ribera), con la que pudimos charlar en Bilbo.

Tiene una larga trayectoria en musicales y en el cabaret. ¿Qué diría que tiene de especial «Chicago»?

Para mí todos los personajes que he hecho son especiales. Cada vez que empiezo una nueva aventura es el momento más especial de mi vida. Me lo cojo como si empezara de nuevo. «Chicago» tiene de especial el montaje, las coreografías, la música, la época... y que es un espectáculo, una obra de teatro con música, que es lo que me gusta a mí, interpretar algo que en realidad tenga un sentido. Y la historia, tanto de Velma Kelly como de Roxy Hart, es una historia real llevada al escenario con coreografías de Bob Fosse. Unas coreografías muy sugerentes, muy sensuales, todo muy sutil, muy limpio, unos temazos de los mismos autores de la música de «Cabaret»... Es un espectáculo maravilloso.

Baila, canta, interpreta... ¿El cabaret puede ser la mejor manera de mostrar todas sus cualidades?

No tiene por qué. También he hecho otros espectáculos en los que he cantado y he bailado. He hecho, por ejemplo, «Hermanos de sangre», que nada tiene que ver con una prostituta o una asesina como en esta ocasión, y también cantaba y bailaba. No necesariamente tiene que ser un cabaret. Yo me siento realizada haciendo las tres cosas pero no especialmente en cabaret.

¿Se quedaría con alguna de las tres disciplinas?

Cuando a mí me preguntan «¿tú qué eres?», digo pues bailarina-cantante-actriz o actriz que canta y que baila o cantante que baila y que interpreta... No, no me quedaría con ninguna de las disciplinas. Me gustan las tres a la vez.

Desde las butacas se ve todo muy bonito. Usted hace poco que ha sido madre. ¿Cómo compagina su vida laboral con la personal o familiar?

Es muy duro. Es mi primera experiencia como tal en una gira. Pero bueno, lo voy compaginando. Hoy llevamos aquí desde las diez de la mañana, tengo la cara hecha polvo con el maquillaje y todo... Hemos tenido una sesión de fotos, luego una función... Llevo más de doce horas y casi no he podido ver a mi hija. Me la han traído un momentito al teatro. Sí, es duro, pero, bueno, es trabajo y es lo que nos gusta. ¡Cuántos hijos de actores y actrices habrán crecido en este mundo!

¿Cómo se hace para coordinar tanta gente sobre el escenario?

Yo siempre digo que nosotros somos los que damos la cara, pero que sin todos los que tenemos atrás no seríamos nada. Es como un equipo de fútbol, que todos van a una. Sin el técnico de luces, el utilero, el bailarín... Sí, es muy difícil coordinar todo. Creo que el teatro musical no está muy bien valorado en nuestra profesión. A ver si poco a poco se nos tiene algo más en cuenta, porque es muy sacrificado.

La obra cuenta una historia muy cruel, pero endulzada con humor. Se hace lo que sea por conseguir la fama. ¿Podría decirse que es un retrato del mundo del espectáculo tanto de ahora como de los años veinte?

Sí, claro. Mujeres como éstas había antes y hay ahora. La obra, por mucho que sea de otra época, se adapta perfectamente a hoy en día. Mira, ahora, yo no te estoy utilizando pero, si salgo en el periódico, seguramente vendrá más gente a ver el espectáculo. En la obra, Roxy quiere salir en los periódicos como sea. Tengo que decir que no es mi caso, pero sí que hay cierto paralelismo. Rivalidad, existe como en todo, como en la vida misma.

Por ahora, trabajo no les falta. ¿En qué situación se encuentra el sector?

No está muy bien, la verdad, pero como no lo está ninguna profesión podemos estar agradecidos. Por eso te digo que para mí está siendo muy duro, pero tengo que agradecer poder estar trabajando. Ahí estamos luchando.

 
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