Ha nacido un nuevo medio. Se llama «Euskadi Información Global» y no tiene desperdicio.

Su director, Raúl González Zorrilla instruye a los lectores en temas de importancia. Por ejemplo, el euskara.

Ayer se despachaba a gusto. Y no paraba en barras a la hora de zumbarle a Patxi López: «el Gobierno socialista de Patxi López se encuentra incomprensiblemente acomplejado por `no ser demasiado nacionalista' y, consecuentemente, no pierde oportunidad para demostrar que, a pesar de apoyarse en el PP, sigue siendo más vasco que nadie». Se refiere a la última partida presupuestaria para la promoción del euskara.

El euskara es, para González Zorrilla, «un idioma minoritario, innecesario y folclórico»; «un idioma carente de valor como herramienta comunicativa» y «un idioma cuyo único valor es paleolingüístico». Y, en consecuencia, destinar un euro a su promoción es gastar en balde.

El autor sentencia que «décadas de manipulación histórica y años sucesivos de confundir obscenamente el mito, la ensoñación y el irracionalismo esencialista del PNV con la civilidad democrática y el respeto institucional, han llevado a que en el País Vasco se entienda como dogma algo que, simplemente, es una burda mentira: que el idioma de los vascos es el euskera». Pues no creo que sea el de los chinos.

Y nos recuerda que «el único idioma que los ciudadanos vascos, como el resto de los ciudadanos españoles, estamos obligados a aprender y conocer, es el castellano, tal y como lo señala la Constitución en su artículo 3.1».

Por eso le parece «una infamia» que se emplee dinero para ayudar al euskara, que no es el idioma de los vascos. Ahí coloca la acusación: «durante casi cuarenta años de administraciones nacionalistas, los fondos económicos que se han destinado a implantar entre los ciudadanos vascos un idioma, el euskera, que resulta intelectualmente ajeno a la mayor parte de la población de esta comunidad y cuya importancia cultural en el mundo globalizado que vivimos es absolutamente nula, son difícilmente calculables». Lo que es difícilmente calculable es el número de neuronas que le quedan a quien defiende semejante melonada.