El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, afirmó ayer que sospechaba que Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) está detrás del secuestro de siete personas -cinco con pasaporte francés, un togolés y un malgache- el jueves en Níger, aunque por el momento la acción no ha sido reivindicada. Siete trabajadores de las empresas francesas Areva y Satom, que explotan una mina de uranio en la región de Arlit, fueron secuestrados la noche del miércoles al jueves en el norte del país.

Este secuestro se produjo cuando todavía está reciente la muerte del cooperante Michel Germaneau, a finales de julio, a manos de AQMI, después de que el Estado francés llevara a cabo una operación militar conjunta con Mauritania para intentar liberarlo.

Kouchner citó la posibilidad de que los autores del secuestro sean «tuareg que trabajan por encargo» y dijo creer que «se dirigen a Mali».