Al menos 27 personas, entre ellas 16 policías, fallecieron y otras 49 resultaron heridas ayer a causa de una explosión accidental en un depósito de armas de una comisaría situada al este de Sri Lanka. Entre los fallecidos hay tres empleados chinos de una empresa de construcción que realiza obras en una carretera aledaña a la sede policial.

La deflagración afectó a tres camiones que transportaban explosivos y que estarían aparcados junto a las instalaciones de la Policía, ubicadas en la localidad de Karayinadaru.

Baile de cifras

Un portavoz del Ministerio de Defensa ceilandés, Laksman Hulugalla, aseguró a Efe por teléfono que el suceso había sido totalmente «accidental».

Hulugalla negó que 60 personas hayan muerto en el accidente, tal y como había asegurado previamente el portavoz del Ejército, Ubaya Medawala, e insistió en que, según las informaciones que manejan las autoridades, 27 personas perdieron la vida, entre ellas tres ciudadanos chinos. La embajadora china en Sri Lanka, Yang Xiuping, mostró sus condolencias por estos fallecimientos.