El sindicato LAB expresó ayer su «total disconformidad y rechazo» al expediente presentado por la empresa Dana con el que pretende despedir a 112 trabajadores, así como aplicar «una serie de medidas regresivas». Por ello, el sindicato exigió la «inmediata» retirada del expediente. LAB recordó que hace apenas dos años la multinacional norteamericana dejó en la calle a 71 trabajadores de la misma planta por lo que «resulta sangrante que vuelva a plantear la destrucción de puestos de trabajo», censuró.

Para el sindicato es «evidente» que la dirección de la empresa pretende «ir poco a poco» desmantelando la planta de Landaben hasta el cierre definitivo. Ya que, según la información facilitada por la empresa la carga de trabajo ha disminuido pero prevé una tendencia al alza. Por ello, LAB afirmó que no corresponde adoptar medidas estructurales y pretender disminuir la plantilla en un 50% en dos años ante una situación coyuntural.

«Si realmente, como dice la corporación, la apuesta es mantener la planta, entendemos que las medidas correctoras y las distintas alternativas que se puedan plantear deben ser puntuales y ajustadas, todas ellas encaminadas a la superación de la actual situación de bajada de producción, manteniendo el nivel de empleo fijo histórico de esta empresa», dijo.

No obstante, afirmó que aunque la multinacional tiene posibilidades de asignar carga de trabajo a la planta, ya que «está demostrando que ha resultado rentable», la corporación no ha adquirido compromiso alguno en cuanto a garantizar el volumen de trabajo para Dana-Landaben.

Sin defender a los trabajadores

El sindicato se refirió también a la «lamentable frialdad» mostrada por el consejero de Empleo del Gobierno de Nafarroa, José María Roig, quién se ha «limitado» a decir que «los problemas en Dana vienen desde hace tiempo» y que espera un acuerdo entre el comité y la dirección de Dana. «No cuestiona y mucho menos exige a la multinacional que retire el expediente y mantenga el actual empleo», denunció el sindicato y criticó que no se haya posicionado en defensa de los trabajadores.

Por todo ello, LAB consideró imprescindible «una respuesta adecuada en clave de movilización» si realmente se quiere dar la vuelta «a esta agresión sin precedentes».