Ha sido la revelación vasca en la Vuelta. Ha rozado el Top 10 en su primera grande pese a trabajar para Igor Antón y quedarse a esperarle tras su caída. Prefiere ver lo positivo y entiende que aquella pérdida de tiempo le ayudó a ganar la etapa en Cotobello.

¿Esperaba rendir a este nivel en su primera grande?

En principio venía para trabajar para Igor Anton, sabía que estaba bien de forma, pero no esperaba estar tan adelante. Estoy agradecido al equipo por la confianza que me dio desde junio. Me dijeron que iba a estar en la Vuelta, me llevaron con Igor Anton y Beñat Intxausti a ver las etapas decisivas y me ha venido muy bien. En la etapa que gané me ayudó conocer ese puerto y saber que era largo y que los últimos tres kilómetros eran muy duros. Sabía que debía llegar con algo de fuerza al final.

Tan importante como la victoria fue la forma de lograrla con un ataque de todo el equipo y una subida final en la que apenas perdió tiempo con los favoritos...

Lo más bonito fue la forma, atacando desde lejos, arriesgando. El equipo hizo un trabajo muy bueno, me llevaron a pie de Cotobello sin gastar y al final salió bien. No me vi ganador hasta los últimos 300-500 metros, cuando vi en la última recta que no venían y lo disfruté. Hasta entonces con las referencias iba un poco nervioso.

¿Esperaba hacer mejor la crono para poder acabar en el Top 10?

Antes de la crono sabía que iba perder mucho tiempo porque tenía muchas rectas y era muy llana. Sabía que iba a perder cinco minutos y más y no me llevé una sorpresa. Era realista y pensaba que era muy difícil entrar entre los diez. Me sacan demasiado. En la Bola del Mundo intentaremos hacerlo lo mejor posible, si se puede disputaré la etapa, pero entrar entre los diez primeros lo veo como algo secundario, no es un objetivo.

¿Piensa que el tiempo perdido en Peña Cabarga por esperar a Igor Antón le alejó de ese puesto?

No me lo he planteado. Si no hubiera perdido esos minutos tampoco me habrían dejado escaparme y no habría podido conseguir la victoria. Prefiero conseguir un triunfo de etapa que entrar entre los diez primeros y no le he dado muchas vueltas a eso.

Resulta sorprendente que con ese nivel no haya corrido su primera grande hasta los 26 años.

Es normal. Es mi segundo año en el equipo y no puedes pretender desde el primero correr una grande. Me ha venido bien ir poco a poco. Estrenarme con 26 años no está mal. He intentado llegar lo mejor posible a la Vuelta. No fui a disputar Burgos, lo corrí como preparación, tranquilo, y es normal que el mayor rendimiento lo haya dado aquí. El año que viene también me gustaría correr alguna grande. Giro, Tour o Vuelta, lo que decida el equipo.

¿Siente que se ha ganado el respeto del pelotón?

No sé si respeto, pero sí han venido a felicitarme más de uno y se agradece que te venga gente como Nibali, de mucho nivel, y te felicite. Luego el respeto hay que ganárselo en la carretera.

¿Cómo ve la subida a la Bola del Mundo de hoy y el duelo entre Nibali y Mosquera por la Vuelta?

Los últimos tres kilómetros no los conozco. Dicen que son muy duros. Las fuerzas entre Mosquera y Nibali las veo bastante igualadas y también están las bonificaciones. A ver cómo se plantea la etapa. Será muy dura y no me decanto por ninguno.