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Movimientos políticos en Euskal Herria

El alto el fuego mueve al PNV, y el PSE le pide mantener prietas las filas

Del inicial «sin novedad en el frente» con el que el PNV acogió el alto el fuego de ETA se pasó al anuncio de «alguna iniciativa» que, según apuntó ayer Iñigo Urkullu, probablemente concretará el domingo 26 en el Alderdi Eguna. Desde el PSE, Patxi López insiste en que si se dice que no hay novedad no hay que moverse, porque pueden surgir «recelos».

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que «ETA, con su último comunicado, nos dejó fríos», e insistió en que «ETA debe empezar por el final. Cerrando la página». Pero, justo ahora, el PNV «va a elaborar una iniciativa», de la que sólo avanzó que tratará de ver si entre todos los partidos se puede hacer un diagnóstico común.

La posibilidad de que se pueda producir cualquier movimiento no gusta nada al PSE. Lo adelantó el martes la portavoz del Gobierno de Lakua, Idoia Mendia, y lo certificó ayer el lehendakari, Patxi López, que se preguntó «por qué, si todos decimos que no hay ninguna novedad, ahora tenemos que hacer cosas diferentes».

Iñigo Urkullu ofreció una conferencia por la mañana en el Forum Europa-Tribuna Euskadi en la que, con un juego de palabras, señaló que «ETA debe empezar por el final», para enlazarlo con que «quienes mantenemos la legitimidad democrática debemos empezar por el principio. Primero, por el respeto a los derechos humanos. Y también por la superación de las medidas excepcionales, la derogación-sustitución de esta Ley de Partidos y el respeto escrupuloso a la pluralidad y a los derechos de opinión, información, reunión y manifestación». Según concluyó, «éstos son los principios democráticos de una democracia fuerte».

A continuación señaló que el PNV «va a elaborar una iniciativa, desde una posición firme. ETA podrá negociar las cuestiones técnicas de su alto el fuego, pero en ningún caso va a adquirir ningún tipo de legitimidad ni representación de la sociedad vasca, ni va a tener capacidad de tutela de un proceso de normalización. No hay tutelas; el futuro de Euskadi está, exclusivamente, en manos de la sociedad vasca a través de los cauces de la  representación democrática».

A preguntas de los asistentes, Urkullu aclaró que su voluntad es presentar al resto de partidos «la posibilidad de hacer un diagnóstico» común, lo que considera que puede ser factible.

Todavía es pronto para analizar el calado del paso que vaya a dar el PNV, y el partido ya ha aclarado que no quiere dejarse «enredar» en lo que ve como un problema interno de ETA y la izquierda abertzale. Sin embargo, pese a ello el PSE se apresura a tratar de evitar fisuras y mantener prietas las filas.

Patxi López participó ayer en Donostia en el II encuentro interparlamentario del PSE, convocado hace algunas semanas para resaltar la «fortaleza política» de los socialistas vascos y su «respaldo absoluto a la gestión del lehendakari».

La cita se había previsto como un acto de reafirmación ante el PNV y el PSOE tras los guiños hechos por el Gobierno español a los jeltzales para aprobar los presupuestos y las condiciones de éstos. Pero el anuncio de ETA y el encauzamiento de las negociaciones presupuestarias restaron potencia a la reunión.

«Ya hay diagnóstico común»

El lehendakari compareció ante los medios para informar del encuentro interparlamentario, pero la atención de los periodistas se desvió hacia qué opinaba de la propuesta del PNV. Y López manifestó que «afortunadamente el diagnóstico común existe» y según él se resume en la supuesta «respuesta común y unitaria» que se dio al anuncio de ETA.

Y con una interrogante que podía llevar la respuesta en su propia formulación, Patxi López se preguntó «por qué, si todos decimos que no hay ninguna novedad, ahora tenemos que hacer cosas diferentes».

El lehendakari advirtió claramente al PNV de que ande con cuidado, puesto que algunas iniciativas «en lugar de ahondar en esa unidad pueden llevar a despertar recelos y diferencias que afortunadamente en este momento no existen».

La estrategia del Gobierno español, con la que aparece formalmente alineado el de Lakua, ha dado especial importancia a la «unidad» con la que «las fuerzas democráticas» respondieron a la decisión de ETA de no llevar a cabo acciones armadas, haciendo como si no existieran voces discrepantes como las de EA, Aralar, ELA e incluso ERC.

Cuando el PNV dio el primer aviso de que analizaba una iniciativa, la portavoz del Ejecutivo de Lakua, Idoia Mendia, afirmó que «lo más positivo» que ha ocurrido tras el anuncio de ETA ha sido «la unidad de los demócratas» y «romperla sería un tremendo y grave error».

Urkullu y el nombre de la izquierda abertzale

El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, se niega a nombrar a la izquierda abertzale simplemente como izquierda abertzale. En su discurso de toma de posesión comenzó a hablar de la «izquierda radical abertzale», a la que pronto quitó lo de abertzale para referirse a ella sólo como «izquierda radical». En los últimos tiempos la referencia más utilizada ha sido la de «la autodenominada izquierda abertzale», combinándola con «la llamada izquierda abertzale».

En su discurso de ayer inauguró dos nuevos términos, el de «izquierda abertzale no emancipada» y el de «izquierda abertzale tutelada», remarcando así su atribución de dependencia de ETA. I. I.

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