Hace ya un par de años informábamos sobre la prohibición que pesaba sobre muchas vías del sector Valparaíso de la escuela alavesa de Valdegobia. No incidíamos demasiado en la polémica surgida entre particulares y escaladores asiduos, entre otras cosas porque nos lo pedía uno de los primeros aperturistas y a la vez un histórico de la escalada en Araba: «Mejor no echar más leña al fuego».

Correctamente o no, tomamos ese camino de no inmiscurinos demasiado por aquello de la paz social. Ahora sí abrimos las puertas a ese malogrado episodio porque parece ser que ha llegado a su final.

Y lo decimos porque la Diputación de Araba, la Junta Administrativa de Valdegobia y la Federación y Escuela de Alta Montaña del herrialde han culminado un largo proceso que ha desembocado en una Orden Foral del 13 de julio pasado que pone, de nuevo decimos al parecer, punto y final a la polémica sobre la escalada en esta escuela. «Ha imperado el sentido común y todas las partes implicadas, a través de sus representantes, han demostrado que es posible la convivencia entre intereses, aficiones y gentes diversas», afirma la Federación.

Un ente, por cierto, muy criticado por los escaladores, al que acusaban de «seguidismo» institucional al aconsejar a los escaladores que no realizaran sus actividades en el sector «prohibido».

Trece puntos

Finalmente ya se ha levantado dicha prohibición, en una escuela que está en plena expansión. Y es que ya cuenta con cuatro sectores: Campa o Valparaíso, Bosque o Kaparrak, Chorreras o Barranco del Corral y San Pedro Haitza.

Justamente, la Orden Foral de julio, y que consta de 13 puntos, regula la escalada en dos sectores: Valparaíso y Chorreras. Quizás esa sea la decisión más llamativa de la decisión de la Diputación alavesa. No se podrá escalar desde la zona del espolón de la Fuente hacia el norte, en el sector Chorreras, así como en la zona denominada Grupo Sur de Sepulturas.

Con la regulación llegan también un buen listado de prohibiciones, destinadas a proteger el lugar. De este modo, se prohíbe el acceso de vehículos motorizados hasta la campa de San Martín de Valparaíso.

También se prohíbe generar impactos, desgastes o cualquier daño a las estructuras arqueológicas existentes.

La acampada libre, encender fuegos, dejar basuras o cualquier tipo de residuos, generar cualquier tipo de contaminación, la corta de cualquier planta o árbol, la destrucción de nidos y madrigueras... entran en ese capítulo.

La Diputación realizará un seguimiento bianual para valorar el estado de conservación del lugar y posibles incidencias. Por otro lado, será necesaria la presentación de un proyecto para la apertura de nuevas vías y sectores de escalada en la zona .