La UE debate qué hacer ante la subida de los precios de los cereales
El precio de los cereales en el mundo ha vuelto a encarecerse en setiembre evocando otra vez las crisis alimentarias de 2007 y 2008. La UE debate si recurre a las reservas públicas de grano para bajar precios, pero la Comisión Europea ha desestimado ya esta opción.
GARA
Los precios de los cereales en el mundo han vuelto a subir en setiembre, con el trigo de nuevo en los máximos de agosto, por la preocupación que han generado en los escasos márgenes obtenidos por el maíz en el mercado de EEUU. Así lo ha recogido el informe mensual del Consejo Internacional de Cereales (IGC), que destaca también la incidencia del clima en el aumento de los precios. El informe menciona que a la mala perspectiva de las cosechas en la región del Mar Negro se suman los márgenes del maíz estadounidense, la preocupación sobre las futuras cosechas de soja en Sudamérica y la creciente demanda de los consumidores chinos. La subida la experimentaron también los precios del arroz en Asia, principalmente por el impacto de las inundaciones en Pakistán. El IGC, que no se refirió a causas especulativas, explicó que la escalada de precios en los últimos meses no tiene la misma dimensión que la experimentada en 2007 y 2008, pero subrayó que tendrá su efecto en los precios globales de los alimentos y en una mayor volatilidad en los mercados.
Según un informe de la FAO, la sequía y la suspensión de las exportaciones rusas han elevado los precios de los cereales en un 80%. Expertos de este organismo de la ONU mantuvieron el viernes un intenso debate sobre el informe, que señala que en setiembre el trigo era ya entre un 60% y un 80% más caro que en julio; el maíz un 40% y el arroz un 7%
La FAO estima que 30 países en el mundo necesitan ayuda exterior como consecuencia de la reducción de sus cultivos y elevados precios internos de los alimentos.
La proyección sobre producción mundial para el período 2010-2011 es de 1.741 millones de toneladas, cuatro millones menos que en la previsión del mes anterior, debido sobre todo a la expectativa de peores cosechas en EEUU y en los países del ex área soviética. Por contra, se prevé que el consumo de cereales en ese período aumente un 0,6% hasta las 1.780 millones de toneladas, lo que representa una leve ralentización con respecto a años anteriores, por la caída del uso del cereal para usos industriales.
En cuanto al intercambio comercial, se espera que retroceda entre 2010 y 2011, por la reducción de los envíos de trigo, situándose en los 237 millones de toneladas.
Precisamente los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) discutirán hoy sobre la subida de los precios de los cereales y su impacto en los costes de producción ganadera. El Consejo agrícola comunitario analizará la situación de ese mercado a petición de Polonia, que ha pedido medidas para que bajen los precios. En concreto, reclama sacar cereales de los almacenes públicos, sometidos a la llamada intervención. También desde el sector ganadero o desde los fabricantes de piensos del Estado español ha habido peticiones en las últimas semanas para que la Comisión Europea (CE) decida comercializar cereal que ahora está guardado en los almacenes públicos. Polonia ha defendido, en un documento presentado al Consejo de la UE, que haya actuaciones a escala europea para estabilizar el mercado y garantizar el funcionamiento «correcto de la cadena de producción alimentaria».
Polonia pide abrir los almacenes
Según los cálculos polacos, los precios subieron entre el 33% y el 59% entre julio y septiembre. El Gobierno polaco ha recordado el encarecimiento de los cereales en 2007 y en 2008, que provocó una crisis alimentaria mundial por la escasez de materias primas y perjudicó a la ganadería, especialmente a los sectores porcino y avícola, a causa del encarecimiento de los piensos.
Por este motivo, Polonia cree que de los 5,8 millones de toneladas de cereales guardados según la intervención en la UE deberían ponerse a la venta 2,9 millones, pues el resto van a usarse para los planes europeos de ayuda alimentaria a las clases más desfavorecidas,.
Sin embargo, el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, no tiene ninguna intención de sacar al mercado cereales de la intervención para bajar los precios. Ciolos declaró, en el Consejo informal de ministros de Agricultura, que esa medida «sería una mala señal» y que antes de optar por ella habrá que esperar a final de campaña, para ver los resultados de la cosecha europea. Añadió que no existen «cantidades enormes» guardadas en los almacenes públicos en Europa y que además, si se comercializaran eso supondría «una mala señal» para el mercado.
Rusia recurre a sus reservas
En cambio, Rusia sí utilizará sus reservas estatales y tendrá que cubrir el déficit de cereales con los 26 millones de toneladas de grano almacenados, según la ministra de Agricultura, Elena Skrinnik. «Unas 54 millones de toneladas ya han sido recogidas. Hasta 10 millones de toneladas serán recolectadas en Siberia y los Urales», señaló Skrinnik en una reunión del Gobierno, según las agencias rusas, citadas por Efe.
La titular de Agricultura añadió que, «teniendo en cuenta los 26 millones de toneladas en reservas, los recursos cerealistas del país serán de 90 millones de toneladas», cuando las necesidades del país son de 77 millones.
Rusia, uno de los principales exportadores mundiales de grano, ha recogido hasta hoy 54,3 millones de toneladas de cereales, 25,8 millones de toneladas menos que en 2009, debido a la sequía, que arrasó este verano 10,8 millones de hectáreas de cultivos.
Recientemente, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, aseguró que la cosecha se reduciría este año en 30 millones de toneladas, aunque descartó la importación de grano. Putin reconoció que la decisión tomada a principios de agosto de suspender las exportaciones de cereales «no fue fácil», pero que el Gobierno actuó «en circunstancias de fuerza mayor». El pasado 2 de setiembre Putin anunció que la prohibición de la exportación de cereales, impuesta por él mismo a principios de agosto hasta finales de año, regirá al menos hasta septiembre de 2011.
La sequía recortará al menos un 0,8% del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) este año, según el ministerio de Economía ruso.