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Empate en Torrelavega

Un punto en positivo, aunque cueste el liderato

Los albiazules se adelantaron en un primer tiempo intenso, pero acabaron dando por bueno el empate.

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GIMNÁSTICA 1

ALAVÉS 1

GARA | TORRELAVEGA

Perder el liderato nunca es plato de buen gusto, pero la relatividad también atañe el fútbol y cuando la jornada se salda sumando en el estadio de un rival directo, no puede darse precisamente por negativa. Así que, aunque ahora se vea superado en la tabla por el Eibar, el Alavés puede darse por satisfecho con el empate firmado ante una Gimnástica que apenas ha cedido puntos en este arranque de temporada.

Sobre todo porque el cuadro cántabro fue mejor en la segunda parte, tras 45 minutos iniciales muy intensos. Tras el descanso, de hecho, los de Tomé parecieron darse por satisfechos con el punto, cediendo la iniciativa a un equipo local sin pólvora. La primera parte fue diferente. Y muy caliente, con muchas faltas y tarjetas.

Tras una primera fase de alternancias, golpeó primero el líder. Un saque de banda, una jugada de estrategia muy bien ejecutada por Jon Moya con un servicio potentísimo, propició el despiste de la defensa cántabra y Jito puso la testa a bocajarro para hacer el cero a uno.

La Gimnástica acusó el golpe durante algunos minutos. La escuadra gasteiztarra, con el contragolpe como alma principal, estuvo a punto de ampliar sus rentas cuando Esparza probó fortuna con un disparo raso, potente, pero que se encontró con Iván Crespo muy bien colocado.

Sobrepasada la media hora llegó la jugada clave del primer tiempo. Jules Pardo entró muy fuerte sobre Siro, con el pie en alto y en el interior del área, y el colegiado vio claro el penalti. Durante tres minutos se interrumpió el encuentro, ya que Morcillo levantó el tapiz entero de césped donde se ubica el punto de penalti. Costó reubicarlo, pero no impidió que Cusi anotase desde los once metros, más o menos. Morcillo se ganó la amarilla.

Los locales se vinieron arriba ante un Alavés que se replegó. A los 44 minutos, Montero se empleó bien ante un tiro de Cristian. Y segundos antes del silbatazo del descanso, asistencia de Perujo que Brazález estuvo a punto de remachar a dos palmos de la línea de gol.

La reanudación arrancó con un Alavés mucho más metido atrás, en un encuentro que fue perdiendo intensidad a medida que pasaban los minutos. Sucedieron menos cosas en este segundo acto, en especial en lo referente a los ataques gasteiztarras, casi inexistentes. Aunque las ocasiones tampoco abundaron para los locales, gracias al trabajo de un Alavés que funcionó bien en defensa.

Así que hubo control cántabro, aunque se notase poco en el área y menos aún en el marcador. Pudo pasar a la hora de partido, con una buena asistencia de Siro, pero Bubu y Brazález se estorbaron a la hora de rematar.

El Alavés respondió diez minutos después, con un contragolpe que Jito culminó disparando en carrera, aunque Crespo anduvo listo para despejar el balón.

Los últimos arreones fueron locales, con un disparo desviado de Cristian o un golpe franco ejecutado por Dani Cobo ante el que se lució Montero, pero el empate era inamovible.

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