Los colonos israelíes ya pueden volver a construir en el interior de Cisjordania (en Jerusalén Este nunca habían dejado de hacerlo). La congelación parcial para los asentamientos finalizó ayer sin que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cediese a las presiones internacionales que exigían una prórroga de la moratoria para facilitar el diálogo directo con la Autoridad Palestina (ANP). En estos momentos, la pelota está en el lado palestino. Los negociadores de la OLP, que llevan semanas anunciando que abandonarían el diálogo directo en el caso de que las máquinas volviesen a ponerse en marcha, han decidido ahora dilatar su decisión hasta el 4 de octubre, cuando se reúnan en El Cairo con los repre- sentantes de la Liga Árabe.

Netanyahu apostó ayer por la mano dura en el fondo, pero la suavidad en las formas. De hecho, ni siquiera realizó declaración oficial alguna anunciando el fin del congelamiento, que se ha prolongado durante diez meses. Al mismo tiempo que abría el camino para retomar la colonización de Cisjordania, el primer ministro hebreo solicitó a los colonos «moderación» tras el fin de la moratoria. En este sentido, su Ejecutivo lanzó un llamamiento para que «los residentes de Judea y Samaria (denominación israelí de Cisjordania) y los partidos políticos muestren contención y responsabilidad hoy y en el futuro, como ya hicieron a lo largo de los meses de la congelación».

Asimismo, Bibi, que es como se conoce a Netanyahu en Israel, decretó la ley del silencio para los miembros de su Gobierno, a quienes ha ordenado que no hagan declaraciones en prensa sobre la cuestión de los asentamientos. Ayer tenía que haberse celebrado la reunión semanal del gabinete, pero la coincidencia con la fiesta del Sukkot, una de las principales festividades judías, fue aprovechada por el primer ministro, que no convocó al gabinete a pesar de ser jornada laborable, lo que le permitió no realizar apariciones públicas.

Actos de celebración de colonos

La llamada a la moderación realizada por Netanyahu resulta difícil de creer cuando su propio partido, el Likud, tomó parte ayer en dos actos en los que miles de personas celebraron el fin de la moratoria en las colonias de Kiryat Motafim y Revava, ambas en el norte de Cisjordania, y en los que se anunció que a partir de hoy comenzarán las construcciones de más de 2.000 viviendas.

En el primero de estos actos, Danny Danon, diputado de la formación derechista que lidera el gobierno, instó a Netanyahu «ser fuerte y no ceder a las presiones estadounidenses».

Al margen de las concentraciones masivas, los medios locales relataron que ayer mismo se iniciaron nuevas construcciones en asentamientos como Noqedim, al sur de Belén, y Hebrón. Aunque, como avanzaba recientemente Daniel Dayan, director del Consejo Yesha, la organización que agrupa a los colonos de Cisjordania, «el 26 de setiembre no va a ocurrir nada especial. Simplemente se va a retomar la rutina normal de unas comunidades que necesitan adecuarse a su crecimiento natural».

La exhibición de fuerza de los colonos contrastó con el escaso eco de las protestas de la izquierda israelí. «Peace Now» (Paz Ahora), la principal organización pacifista hebrea, apenas logró convocar a medio centenar de personas en la tienda instalada frente a la oficina de Netanyahu con la que exige el fin de la colonización de los territorios palestinos ocupados.

Indefinición palestina

La firmeza del primer ministro hebreo choca con la indefinición mostrada por la parte palestina. «No sabemos si se trata de una decisión gubernamental o son simples provocaciones de los colonos». De este modo respondieron a GARA fuentes del equipo negociador palestino a las preguntas sobre el inicio de las construcciones de colonias en Cisjordania. Por el momento, no hay una posición clara sobre qué hará la Autoridad Palestina con las negociaciones.

Durante las últimas semanas, la postura era tajante: no habría más encuentros si Israel no mantenía la congelación. Ahora, Mahmoud Abbas ha matizado su posición. En declaraciones realizadas al diario panárabe «Al Hayat», el presidente palestino aseguró que no se levantaría de la mesa inmediatamente en el caso, que ya es un hecho, de que la moratoria sobre la construcción colonias no se mantuviese.

Por el momento, Abbas ha alargado el plazo y ha asegurado que esperará hasta la próxima reunión de la Liga Árabe, que se celebrará el 4 de octubre en El Cairo. Además, ha descartado retomar la vía armada en el caso de que las negociaciones fracasen. No obstante, y en relación a los plazos, el parlamentario de Al-Fatah y portavoz autorizado sobre las negociaciones Fayez Saqqa, aseguró a GARA que «las próximas 48 horas serán determinantes» para conocer cuál será la decisión final de Ramallah.

El líder palestino está cada vez más solo en su defensa del diálogo directo. De hecho, ayer ni siquiera se encontraba en los territorios ocupados en una fecha clave como era el fin de la moratoria, ya que se había desplazado a París para reunirse con el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Pero cada vez son más las voces que le exigen que abandone el proceso. Por ejemplo, el Frente Popular para la Liberación Palestina (FPLP), que anunció que boicoteará las reuniones del comité central de la OLP «hasta que haya un mensaje claro desde esta organización en relación a las negociaciones de paz, que continúan mientras Israel sigue extendiendo ilegalmente sus asentamientos en tierra palestina», tal y como señaló Khalida Jarrar, diputada del Frente en el parlamento de Ramallah.

Con la baja de la segunda organización de la OLP, Al-Fatah contará todavía con menor oposición dentro de la histórica alianza que une a todas las formaciones palestinas a excepción de Hamas. También la resistencia islámica instó a Abbas a abandonar de inmediato la mesa de negociaciones y a centrarse en la reconstrucción de la unidad nacional palestina.

A estas voces críticas se ha sumado el movimiento islámico del interior de Israel, que celebró una manifestación en Umm El Fahm la pasada semana y aseguró que rechaza la legitimidad de la Autoridad Palestina para llegar a acuerdos con Israel.

Cincuenta por ciento

El fin de la congelación es ya un hecho y poca gente espera que Netanyahu retome la moratoria a pesar de las presiones de Estados Unidos y el Cuarteto (EEUU, Rusia, ONU y la Unión Europea). No obstante, todavía hay algunas voces que tratan de alargar el debate a pesar de que el plazo ha expirado.

Es el caso del ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, quien aseguró a la BBC que «existe un 50% de probabilidades» de llegar a un acuerdo sobre esta cuestión. A lo que se refiere Barak es a la posibilidad, hecha pública esta semana, de que Netanyahu proponga una congelación todavía más parcial, que se limitaría a algunas de las colonias de la Cisjordania ocupada.

En realidad, un juego de palabras que sólo serviría para justificarse en el caso de que Abbas cumpla su palabra y abandone la mesa de negociación.