El presidente ruso, Dmitri Medvedev, se comprometió ayer a visitar las islas Kuriles, objeto de una disputa territorial con Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

El Gobierno japonés confirmó que ha pedido oficialmente al inquilino del Kremlin que renuncie a ese viaje, postergado por las condiciones meteorológicas, según anunció Medvedev desde la península Kamtchatka.

Moscú y Tokio se disputan cuatro islas del archipiélago (Habomai, Shikitan, Etorofu y Kunashiri), anexionadas por los soviéticos en 1945 tres días después de la capitulación japonesa. El antecesor y mentor de Medvedev, Vladimir Putin, propuso ceder dos de las cuatro islas, lo que fue rechazado por Tokio, que reivindica el arhipiélago como «territorios del norte».