A pesar de que el haber convertido a El Sadar en una especie de fortín le ha servido para arreglar las últimas temporadas, la inoperancia rojilla lejos de su estadio -ha encadenado once derrotas consecutivas entre la temporada pasada y la presente- convierte cada partido como local en una final en la que está prohibido no ganar, como sucede mañana con el Levante.

Natxo Monreal reconoció ayer que esa necesidad se suele hacer notar en partidos como el de mañana. «Nos creamos un poco de presión de no poder perder puntos en casa y ganar se convierte en una obligación. Osasuna siempre se siente más fuerte en casa con su afición, tenemos que seguir bien en casa y mejorar fuera, que es la asignatura pendiente», declaró.

El lateral izquierdo rojillo comentó que el Levante «es un rival directo», pero que Osasuna tiene «todos los factores favorables para sacar los tres puntos» al jugar en casa con el apoyo de la afición.

Monreal aseguró asimismo que las dudas del comienzo liguero pertenecen al pasado al apuntar al derbi frente a la Real Sociedad, en el que se impusieron por 3-1, como «punto de inflexión para todos».

Obsesión

«Nosotros confiábamos mucho en nosotros mismos, pero te contagias un poco de todo lo que hay fuera y te puede llegar a obsesionar un poco. Demostramos que somos un equipo que si jugamos aguerridos somos difíciles de ganar y le dimos la vuelta al marcador», recordó el defensa navarro.

En este sentido, el lateral zurdo añadió que «éramos muy malos, no metíamos un gol y de repente metimos tres en un mismo partido. Nos vino muy bien y esperamos volver a meter goles y llevarnos los 3 puntos este fin de semana ante el Levante».

No obstante, tampoco se puede cometer el error a la inversa, es decir, el pensar ahora que las victorias en El Sadar van a llegar por inercia. Natxo Monreal precisó que el choque ante el Levante «no va a ser nada fácil», ya que el conjunto valenciano «suele jugar bastante en su campo fuera de casa y defiende bastante bien».

Otro tema sugerente durante la semana ha sido el arbitraje, tras el padecido por los rojillos en su último partido frente al Espanyol. Monreal señaló que «no lleva a nada quejarte», e hizo hincapié en que esta cuestión «no debe ser una obsesión».

El jugador rojillo apuntó además que la polémica arbitral forma parte de la «esencia del fútbol» y añadió en este sentido que «no hay que quejarse porque tampoco hablamos cuando nos beneficia».