El sindicato ELA ha exigido el cese de las «prácticas persecutorias» que fueron denunciadas la víspera por LAB y ha ubicado estos hechos en «el celo represivo que ha venido incrementándose tras la declaración de ETA» del cese de sus acciones armadas ofensivas, que se produjo hace ahora un mes.

En un nota de prensa, el sindicato que dirige Adolfo Txiki Muñoz se refirió así a las afirmaciones hechas anteayer en rueda de prensa por la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, quien, rodeada por sus compañeros de ejecutiva, denunció públicamente que las principales sedes de esta central sindical «están siendo espiadas y controladas constantemente por las fuerzas policiales» y que ella misma está siendo objeto de vigilancia directa.

«Respuesta diferente»

«Este tipo de prácticas suponen un menoscabo de derechos relacionados con la libertad sindical», denuncia el comunicado de prensa de ELA, que muestra su preocupación por estos hechos y exige a los distintos cuerpos policiales que cesen inmediatamente en esta actitud.

El sindicato que lidera Adolfo Muñoz va más allá de este caso concreto y pone el acento en que la nueva situación creada por la decisión de la organización armada vasca «debería tener por respuesta una actitud diferente» de los ejecutivos. Se dirige tanto al español que preside José Luis Rodríguez Zapa-tero como al de Lakua y al de Iruñea.

A juicio de ELA, también los gobiernos presididos por Patxi López y Miguel Sanz «deberían adoptar aquellas prácticas que más puedan contribuir a la distensión, a la paz y a la normalización política».