«La primera versión era un cartucho de dinamita; ahora son veinte»
Escritor y crítico
Koldo Landaluze retrocede cien años para narrar en «Días de barrena» los sucesos más destacados de 1910 que tuvieron lugar en Enkarterriak. La lucha obrera encabezada por Facundo Perezagua y el contexto social plasmado en una pequeña localidad de este enclave vizcaino se unen en un libro que ya está a la venta en los kioscos con GARA.
Ariane KAMIO | DONOSTIA
«Días de barrena» es un ejemplar que ya tuvo su recorrido hace unos años. El escritor, crítico y colaborador de este rotativo Koldo Landaluze (Bilbo, 1965) publicó un trabajo con el mismo título en 2007 en la editorial Verbigracia. Aquél era «un cartucho de dinamita», según explica el propio autor, un cartucho «ágil y muy rápido de leer», que acogía una de las partes de la historia de Euskal Herria: el movimiento obrero, político y social en la zona de Enkarterriak.
Ahora, sin embargo, Landaluze recoge bajo el mismo título un libro que amplía sus horizontes, y aporta mayor información y detalles sobre los personajes más destacados de aquel año. Esta edición, revisada y ampliada por el propio autor, ya está a la venta en los kioscos con Gara, a un precio de 10,95 euros.
La historia está ambientada en 1910, justo cuando se inicia la gran huelga de ese año, que fue una de las más cruentas que se llevó a cabo. También coincide con una época de cambios sociales, políticos y laborales. Por un lado, «tenemos el intento de pujanza del PSOE, el germen del nacionalismo primitivo vasco con Sabino Arana ya fallecido y, por otro lado, están los elementos promonárquicos y republicanos», apunta el autor.
Es un tiempo de cambios y, al mismo tiempo, la época de Facundo Perezagua, el líder socialista y uno de los protagonistas del libro. «A pesar de que aquella huelga de 1910 fue uno de sus grandes triunfos -añade-, fue también un hecho que certificó su ocaso dentro del PSOE». Ese es el contexto por el que ronda el trabajo, aunque el epicentro de la novela transcurre en un pequeño pueblo de Enkarterriak, que está gobernado por un galés -algo habitual en aquella época, ya que venía mucha gente de fuera para exprimir las minas de hierro-.
«Son dos historias paralelas; por un lado, se habla del concepto político y social de la época y, por otra parte, la historia que transcurre en un pequeño pueblo de Enkarterriak», dice.
Cuando Landaluze publicó el primer libro, pensó que había mucha gente que ya sabía lo que había pasado en Enkarterriak, pero muchos de ellos se dirigieron a él para informarle de que se quedaron con ganas de saber más de lo que ocurrió allí. «Lo que he hecho ahora, ha sido duplicar el número de páginas y añadir más información sobre Facundo Perezagua, las broncas políticas que hubo en aquella época en Bilbo...», explica.
El escritor bilbaino ha rebuscado en el archivo del Museo de la Minería de Gallarta, donde descubrió material «muy suculento», sobre todo libros dedicados a Facundo Perezagua y escritos de los propios obreros. Para esta segunda edición, admite que ha tenido que investigar «mucho más», sobre todo el personaje de Facundo Perezagua y las disputas en el Ayuntamiento de Bilbao de aquella época.