Lasarte incluyó a Sarpong en la lista en lugar de Sutil y la duda estriba en saber si Llorente entrará en el once y quién será el sacrificado
La Real quiere cortar la mala racha
Tras tres derrotas, el equipo blanquiazul busca reencontrarse con el juego y la intensidad que le ha caracterizado en Anoeta para tener tranquilidad en las dos semanas de parón. El Espanyol llega con un equipo plagado de jóvenes de la cantera que rinde menos fuera.
Joseba ITURRIA
La Real espera que el cambio del césped de Anoeta, que los blanquiazules reconocieron en el entrenamiento de ayer, no cambie la fenomenal trayectoria del equipo en los últimos doce meses en el estadio. Será más oportuno que nunca dar continuidad a esa fortaleza como local para poner fin a una racha de tres derrotas consecutivas y abordar con tranquilidad luego dos semanas sin Liga por los partidos internacionales.
La Real no sólo quiere romper la racha, también buscará un cambio en la actitud tras la lamentable puesta en escena en los dos últimos partidos de Iruñea y Mallorca que han provocado que la ilusión que tenía la afición sea sustituida por dudas.
No hay razones para desconfiar del equipo porque ha demostrado ante grandes rivales que tiene calidad para plantarles cara. Pero con eso en Primera no es suficiente porque por muy bien que se juegue es difícil ganar a esos grandes y la clave está en la respuesta del equipo ante rivales con los que debe jugarse la permanencia.
Todavía es pronto para determinar donde va a estar cada uno, pero el Espanyol es uno de esos conjuntos que en principio cabe considerar como enemigo directo en la lucha por la permanencia, como lo serán en las próximas jornadas Levante, Deportivo, Málaga, Racing y Hércules. Sumar cuatro puntos en los cinco primeros partidos con el calendario que tenía la Real está bien y es ahora cuando hay que empezar a sumar de tres en tres para intentar estar más cerca de la mitad de la tabla que del precipicio.
Para ello la Real deberá mostrar su cara de Anoeta y mejorar en el aspecto defensivo. En los últimos veinte metros un rival no puede jugar el balón sin que sienta el aliento de un realista y tenga a otro preparado para ayudarle. El equipo tiene que estar más junto y dejar menos espacios y ser más agresivo en las disputas que en los anteriores partidos, para intentar mantener la portería a cero. A partir de ahí, cualquier destello de calidad de los jugadores más adelantados bastará para sumar los tres puntos.
Sutil no entró por vez primera en la lista de convocados y su lugar lo ocupó Sarpong, al que Lasarte probablemente dará la oportunidad de debutar en el transcurso del partido.
Es una incógnita predecir la alineación del técnico, si va a repetir su once habitual o si va a introducir cambios. Hay uno que parece obligado. Joseba Llorente es un jugador que no puede estar en el banquillo más porque tiene calidad y porque trasmite esa intensidad y esa agresividad que en estos momentos necesita el equipo.
Sobra un jugador ofensivo
La duda estriba en saber quién sería el sacrificado. No parece conveniente retirar a un centrocampista con los problemas defensivos que ha trasmitido el equipo y tampoco relegar a la suplencia a Tamudo es fácil porque tiene gol y hoy querrá demostrar algo a su ex equipo.
Además no hay que descartar que Mikel Labaka pueda entrar en el once para fortalecer el aspecto defensivo y el juego aéreo, aunque tampoco el Espanyol destaque en esa faceta y por su rapidez no sea el rival ideal para la entrada del azpeitiarra.
El Espanyol es un equipo que guarda muchas similitudes con la Real. El pasado domingo ganó a Osasuna con ocho jugadores de su cantera, muchos de ellos jóvenes que supieron responder a las múltiples bajas que tenía Pochettino. El técnico argentino ha conseguido una buena sintonía entre jóvenes y veteranos, pero su equipo, como la Real, también baja enteros fuera.
La Real inicia ante el Espanyol una serie de seis partidos contra equipos que parten con el mismo objetivo de la permanencia en Primera.
Martín Lasarte esperaba ayer que la racha negativa genere «un plus en la motivación. Cuando el equipo está entregado e intenso sale bien, cuando no está intenso y entregado se notan más los errores que tenemos. Sin puntos se genera un clima diferente, hay ansiedad de volver a jugar para solucionar esa situación, preocupación y la necesidad de querer encarrilar una cosa que había empezado muy bien. He visto a los jugadores tranquilos, han trabajado muy bien, nos dan muy buena sensación y esperamos acabar esta etapa con victorias que permitan seguir con una relativa comodidad».
Destacaba la importancia de llegar con un triunfo al parón tras tres derrotas, pero recordaba que la obligación de ganar «la tenemos todos los fines de semana. No podemos cargarnos con una mochila extra. Estamos en los inicios, empezamos bien, caímos en un bache considerable y también es importante modificar ese camino. Dificultades las habrá, pero si las sorteamos con tranquilidad nos daría más confianza y audacia».
Analizó los dos principales problemas del equipo en el inicio liguero, su debilidad defensiva y su falta de intensidad fuera, algo que «necesitamos modificar porque ganar en casa es fantástico, pero algún día no vas a ganar y no puedes perder siempre en las salidas. Buscaremos alternativas para ser un equipo difícil fuera, aunque algunos días ganes y otros no». Sobre el aspecto defensivo apuntó que esta semana «hicimos hincapié en estar atentos, dejar pocos espacios entre líneas, en anticipar, en que el equipo esté corto y en el balón parado tenemos jugadores más poderosos de lo que hemos reflejado para resolver a favor y en contra».
Lasarte añadió que «en la semana del Real Madrid parecía que íbamos a estar con ellos y ahora en el otro extremo. Yo no cambio, pienso que nos puede costar, pero tenemos gente válida para conseguir el objetivo»
Sobre el cambio del césped de Anoeta, comentó que «no recuerdo que el día anterior del partido estén colocando los tepes, pero afecta a los dos equipos» y alabó el gesto de Joseba Llorente de decir que él no cambiaría a jugar con dos delanteros para entrar en el once: «Todos han hablado muy bien de él como jugador y persona y ha demostrado en este tiempo su deseo de colaborar cuando pueda. Su experiencia y forma de sentir el fútbol me gusta mucho, pero esa es una sentencia de Llorente, no tiene por que ser la mía». Tampoco quiso dar ninguna pista sobre si jugará Llorente, Tamudo o los dos juntos. Joseba ITURRIA