Aunque oficialmente diera comienzo el pasado jueves con el derbi madrileño, la ACB arranca este fin de semana en condiciones muy similares a las de la pasada campaña, con un Barcelona que parte con varios cuerpos de ventaja sobre sus más inmediatos rivales. La Supercopa disputada en Gasteiz no hizo sino refrendar el sentir general de que los de Xavi Pascual, dando continuidad al bloque que conquistó la Euroliga con tal superioridad, son los clarísimos favoritos para alzarse con el título. Pero la final del pasado junio obliga a los culés a estar pendientes del retrovisor, no vaya a aparecer nadie capaz de adelantarles en la última recta.

Con el único cambio de Perovic -uno de los pocos cincos que quedaban en el continente fuera del Barcelona- por un Trías que apenas tenía minutos, el equipo catalán parte con dos grandes ventajas, una plantilla extensísima y llena de grandes jugadores y el tener el equipo perfectamente conjuntado y con los roles asignados, algo que no ocurre en ninguno de los que aspiran a ser sus alternativas.

Por presupuesto y fichajes, el Real Madrid de Messina debería de ser la principal alternativa al Barcelona, pero su incapacidad de siquiera presentar algo de batalla a su eterno rival en la Supercopa no hacen sino aumentar las dudas del, otra vez, renovadísimo proyecto blanco. En principio, los grandes fichajes vienen a cubrir lagunas de la plantilla anterior, Sergio Rodríguez más chispa e imaginación para competir con Prigioni en la dirección, Tucker más físico y juventud que Bullock y Carlos Suárez cubriría el hueco en la posición de tres alto, pero el deterioro físico de Garbajosa y Reyes, la inconsistencia de Prigioni y la bisoñez de Tomic le restan esa solvencia que si se le ve al Barcelona.

Empeñado en luchar contra esta bicefalia, el Baskonia tratará de volver a ser la principal alternativa a los dos futboleros. Sin tiempo a dimensionar en su justa medida la gesta de junio ante el Barcelona, el equipo gasteiztarra ha tenido que volver a reinventarse para hacer frente a la marcha de Tiago Splitter, mucho más que un MVP de la temporada y del play-off. Una vez comprendido que el jugador que daba sentido a su juego es insustituible, los azulgranas han apostado por un plantel mucho más versátil, con Nemanja Bjelica como apuesta a medio y largo plazo. Con las eternas dudas de un segundo base y de un segundo cinco, Logan y Haislip son dos buenos refuerzos en un plantel en el que Oleson y Barac debieran dar el paso al frente que la pasada temporada ya dieron Marcelinho y San Emeterio.

Tercera línea

La tercera línea en esta parrilla de salida estaría compuesta por un elenco de cuatro equipos que por potencial parecen tener un hueco reservado en el play-off: Valencia, Cajasol, Unicaja, Bilbao Basket y quizá Joventut.

Pese la incertidumbre de haber confiado su banquillo a Hussein, el Power Electronics Valencia parece haber apostado fuerte en su estreno en la Euroliga. Mantener gran parte del potencial que ya tenían como De Colo, Rafa Martínez o Claver ya es un gran paso que se ha visto reforzado con la llegada de Savanovic, una de las sensaciones del Mundial, la solvencia de Cook en la dirección y dos interiores de nivel como Javtokas y Augustine, que lo tendrán más complicado en hacer olvidar a Nielsen y Perovic. No obstante, el plantel conformado parece de garantías.

Tampoco pinta nada mal el Cajasol, que quiere dar continuidad al gran trabajo de la pasada campaña. Bullock y Katelynas deben poner la anotación que faltaba, mientras Paul Davis debería colaborar con Triguero en el interior.

Pese a que la importante inversión del pasado ejercicio no dio los frutos deseados, en Bilbo están decididos a seguir apostando fuerte. Desprendidos de dos mitos como Vidorreta y Salgado, han dado un salto físico confiando el timón a Aaron Jackson, mientras la responsabilidad de anotar de fuera recaerá en Vasileiadis. Las dudas vuelven a estar dentro, donde han fichado a Mavroeidis y Hernández Sonseca.

Unicaja, con la llegada de McIntyre como principal fichaje y Joventut, -con los ex baskonistas English y McDonald- parecen haber dado un paso atrás en sus aspiraciones, pero habrá que tenerlos en cuenta

Gipuzkoa Basket estaría dentro del bloque de equipos cuyo principal objetivo es el de asegurar la permanencia, y que miran de reojo a la Copa, por si alguno de los de arriba falla junto a Estudiantes, Gran Canaria, Fuenlabrada y Granada, todos ellos muy remozados.

Salvo la llegada del contrastado Salgado, Tskitishvili no da tantas garantías, en Donostia han innovado con dos fichajes que, si llegan a adaptarse, tienen buena pinta: el anotador compulsivo Baron y el intimidador Kone. La lucha de Alicante, Manresa, Valladolid, Menorca y Zaragoza parece la permanencia.