El 21 de julio pasado, dentro del programa de los Cursos de Verano de Donostia organizados por EHU-UPV, en el seminario «Modelos e infraestructuras para el tratamiento sostenible de los residuos urbanos», impartió su conferencia titulada «Los bioresiduos como fuente de energía renovable» Xabier Gamendia Martinez, a quien el programa definía así: «Viceconsejería de Tecnología y Desarrollo Industrial. Gobierno Vasco. Portugalete. Bizkaia».

Al día siguiente el diario más vendido en Gipuzkoa ofreció a sus lectores una entrevista con el señor Garmendia bajo el título: «La incineradora es lo más eficiente para la sostenibilidad». El periodista preguntó para empezar: «Si la incineradora es el método para el tratado de residuos con más garantías, ¿por qué suscita controversia entre la ciudadanía?». A lo que el viceconsejero respondió: «Por dos razones. Una, porque hay una falta de conocimiento hacia el tema y lo que se desconoce puede causar recelo, desconfianza, temor. Y dos, porque interviene mucho la credibilidad de las personas e instituciones. Por desgracia en España y en Euskadi hay poca formación científica por parte de la ciudadanía y no hay instituciones científicas que gocen de credibilidad suficiente como para que sus dictámenes sean socialmente aceptados. Por eso, se cree que cuando las instituciones defienden una iniciativa de este tipo, lo hacen interesadamente. Esto hace que determinados ciudadanos le otorguen más credibilidad a un grupo ecologista que a una institución, y no se plantean que quizás éstos también tengan sus propios intereses al defender posturas contrarias a la incineradora».

He ahí una gran cuestión: ¿Tenemos o no los ciudadanos guipuzcoanos motivos para desconfiar de quienes han organizado y gestionan el Plan Integral de Gestion de los Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG)? Lamentablemente, sí.

Para empezar, quien hablaba en el palacio Miramar de Donostia y respondía en la entrevista citada, es, además de viceconsejero (PSE) de Industria del Gobierno Vasco, quien ha dirigido la elaboración del PIGRUG y otros estudios que lo completan. El PIGRUG, documento guía de la gestión de los residuos urbanos de Gipuzkoa hasta 2020 que contempla la construcción de la incineradora de Zubieta, lleva la firma de Xabier Garmendia Martinez, en calidad de director general de la empresa de consultoría Desarrollo Protección Ambiental (DPA, S.L).

Ingeniero Industrial de formación, Garmendia fue parlamentario de Euskadiko Ezkerra entre 1987 y 1991, participando entre otras tareas en la comisión de Ordenación Territorial y Transporte. De 1991 a 1995 fue viceconsejero de Medio Ambiente en último gobierno de Ardanza.

Tras salir del Gobierno Vasco, creó la empresa Neuciclaje, nombre que resulta de fusionar «neumáticos» y «reciclaje». Sabemos, por haberlo afirmado públicamente el propio Garmendia, que en Neuciclaje son socios «las dos principales cementeras del País Vasco y los principales operadores del sector de los neumáticos». El «reciclaje» de los neumáticos significa, en este caso... el quemarlos en los hornos de las cementeras.

Como en su día señaló la militante de Ezker Batua Pilar Barquín y se puede comprobar en las hemerotecas, Xabier Garmendia ha ocupado puestos ejecutivos en Cementos Lemona (consejero delegado), en Neuciclaje y en Cementos Rezola. Tanto Cementos Lemona como Cementos Rezola, así como la incineradora de Bizkaia Zabalgarbi (del cual es vicepresidente Garmendia en la actualidad) figuran entre las empresas más contaminantes en la lista E-PRTR de la Unión Europea, como recientemente informó el diario «Berria».

Las empresas citadas superan y con mucho los topes de contaminación impuestos por la Union Europea, lo cual ya de por sí debería conllevar alguna sanción tanto para las empresas como para sus directivos. Además, en el caso de Zabalgarbi, en junio de 2009 fue motivo de alarma por contaminar su entorno; este hecho grave le acarreó por parte del Gobierno Vasco (en el cual es viceconsejero el vicepresidente de Zabalgarbi) la multa mínima entre las posibles: 30.000 euros.

Por tanto, las personas de Gipuzkoa debemos saber que quien ha diseñado el plan general de residuos que prevé que nosotros y nuestros descendientes seamos los vertederos finales de la quema indiscriminada de residuos es a la vez un cargo político y un empresario que hace negocio precisamente de la incineración. El lector puede informarse de más detalles en el blog «Zeinek erre nahi ditu hondakinak?» (http://erraustu.wordpress.com) del periodista Mikel Peruarena.

A partir de esas certezas, se acumulan las preguntas. ¿Hasta dónde llegan los cruces de intereses entre políticos e industriales en el proyecto de incineradora de Zubieta? ¿Quiénes y a cambio de qué han decidido implantar una solución más cara, más insostenible para el medio ambiente y más nociva para la salud de los ciudadanos, a sabiendas de que existe otro modo más limpio, más económico y más sostenible? ¿Qué cargos políticos, partidos, funcionarios públicos y empresarios están implicados en este escándalo y en cuánto?