La OLP se planta y no dialogará si Israel sigue con las colonias
La Organización para la Liberación Palestina (OLP) no seguirá con las conversaciones directas con Israel si no detiene la construcción de colonias en Cisjordania, reiniciada el pasado lunes después de 10 meses de congelamiento. Así lo anunció ayer su portavoz Nabil Abu Rudaina, tras una reunión de la Ejecutiva celebrado en Ramallah. El proceso depende ahora de la capacidad de Estados Unidos para convencer a Tel Aviv de que vuelva a parar las máquinas.Alberto PRADILLA |
El presidente palestino, Mahmud Abbas, había anunciado que no tomaría una decisión definitiva hasta mañana, cuando estaba prevista una reunión de la Liga Árabe en El Cairo. Pero la reunión se ha pospuesto dos días y el dictamen ya está encima de la mesa. «No habrá más negociaciones si los asentamientos continúan» declaró Naibl Abu Rudaina.
Ahora, los líderes palestinos trasladarán su decisión a George Mitchell, enviado especial de EEUU para Oriente Próximo, y a los dirigentes árabes, con quienes se encontrarán el próximo miércoles, día 6, en Libia. «No es que nos salgamos del proceso», matizaron posteriormente fuentes de la OLP a GARA. «Pero no se puede negociar al mismo tiempo que se siguen construyendo las colonias», señalaron estas fuentes, que insistieron en que su apuesta sigue siendo la vía negociadora y culparon a Israel de «deformar» el proceso.
Por el momento, Abbas no ha hecho ninguna declaración pública, pero parece difícil que el presidente de la Autoridad Palestina opte por otra vía que no sea la determinada por la OLP. Tras el fin de la congelación parcial de las colonias, Abbas aseguró que realizaría una ronda de contactos para determinar su posición y que concluiría con el encuentro con la Liga Árabe.
A pesar de que estas reuniones proseguirán durante esta semana, es difícil que el presidente contradiga la opinión de la OLP, ya que se trata del máximo órgano representativo de los palestinos. «No vamos a pedir permiso a la Liga Árabe para suspender las negociaciones, vamos a informarles de nuestra decisión», indicó, en declaraciones realizadas a este diario, Fayez Saqqa, diputado por Belén y una de las voces autorizadas para hablar sobre el proceso.
Presión internacional
La presión internacional, y especialmente de la Administración estadounidense, sobre Israel es lo único que podría reconducir el proceso.
No se puede olvidar que el diálogo directo se retomó más por la iniciativa del inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, que por la fe de ambas partes en que éste pudiese concluir con algún acuerdo. Fuentes palestinas han reconocido que, a pesar de que ahora informarán oficialmente a los negociadores estadounidenses de su decisión, éstos ya conocían cuál era su postura. Así que, ahora, la pelota está en el tejado de Obama. «Estados Unidos tiene que demostrar que es capaz de convencer, no imponer, a Israel, que deje de construir las colonias», aseguró, Fayez Saqqa.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió al anuncio de la OLP manteniéndose en el discurso que ha repetido estos días, instando a los palestinos a no abandonar la mesa de negociaciones y apostando por una solución «creativa» que supondría que las colonias sigan edificándose mientras las conversaciones tienen lugar.
Netanyahu insiste en seguir con la negociación a pesar de que no ha extendido la congelación de colonias que finalizó el pasado 26 de setiembre. El primer ministro apuesta por una «construcción moderada» que no condicione el diálogo.
La decisión final se tomará tras la reunión de la Liga Árabe el próximo día 6 en Libia aunque resulta difícil pensar que Abbas vaya a contradecir el mandato de la OLP y todo depende de la presión estadounidense sobre Israel.
«George Mitchell (enviado especial de Estados Unidos para Oriente Próximo) cree en la paz, pero también debe entender que nosotros tenemos nuestra opinión pública», indicaron ayer a GARA fuentes del equipo negociador de la Organización para la Liberación de Palestina. Una de las razones esgrimidas por la OLP para suspender su participación en el diálogo directo es la presión de su propio electorado, que vería como una traición mantener las conversaciones después de que sus líderes hayan asegurado en repetidas ocasiones que se levantarían de la mesa si proseguía la colonización israelí.
A pesar de ello, el enviado especial norteamericano para Oriente Próximo, George Mitchell, ha tratado esta semana de reconducir la situación con una visita de urgencia en la zona. Pero Mitchell se marchó ayer con las manos vacías. Y eso que Washington está especialmente impaciente, ya que el proceso de paz en Oriente Medio es una de las apuesta personales de Barack Obama antes de las elecciones que se celebrarán en este país en noviembre. «Ahora, la decisión está en manos de Netanyahu», reiteraron desde la OLP. A.P.