Las tres detenciones fueron llevadas a cabo el pasado domingo por agentes de la Ertzaintza. En concreto, en Bilbo fueron arrestados dos hombres de 32 y 26 años acusados de agredir a sus respectivas parejas, según informó ayer el Departamento de Interior del Gobierno de Lakua.

El primer suceso se produjo sobre las seis de la mañana del domingo, cuando la Ertzaintza fue requerida en un domicilio en la capital vizcaina donde se estaba produciendo una fuerte discusión entre una pareja.

Según el relato de la mujer, la pareja tenía intención de separarse, y ella había acudido al domicilio a recoger diversos enseres y a entregar las llaves del piso. Mientras recogía sus pertenencias se produjo una discusión que estuvo motivada, al parecer, por el ruido que ésta hacía. Según las mismas fuentes, en el transcurso de la discusión el hombre le propinó un puñetazo en la boca y le retorció los dedos de una mano.

La mujer fue trasladada al hospital y manifestó su deseo de interponer una denuncia, mientras que el hombre, de 32 años, fue arrestado.

El segundo suceso tuvo lugar sobre las 23.00 de la noche del domingo, cuando una patrulla que estaba en la calle Barrenkale observó cómo un hombre propinaba varias patadas y puñetazos a una mujer. Al ser identificado, el hombre negó los hechos, mientras que la mujer no quiso interponer denuncia alguna ni ser reconocida por personal sanitario.

No obstante, el hombre, de 26 años de edad, fue detenido bajo la acusación de un delito de violencia de género.

Herida en la cabeza

La tercera detención por violencia machista se produjo en la localidad de Artzentales, cuando agentes de la Ertzaintza se llevaron arrestado a un hombre de 41 años después de que, presuntamente, agrediera a su mujer con una barra de cortina.

Según informó la Policía autonómica, los hechos tuvieron lugar sobre las siete y media de la mañana del domingo en un domicilio de dicha localidad. Una mujer se puso en contacto con el centro de mando y control de la Policía autonómica para denunciar una agresión por parte de su marido, con el que se encontraba en trámites de separación.

Trasladados al lugar, los agentes se encontraron en el exterior del domicilio al varón, el presunto agresor, que aseguró a los ertzainas que había tenido una discusión con su mujer, pero que no la había agredido.

Además, otra patrulla contactó en los aledaños del inmueble con la presunta agredida, que manifestó a los ertzainas que había sido agredida por su marido con una barra de cortina, causándole una herida en la cabeza, como comprobaron los agentes. Dos testigos corroboraron su versión, por lo que el hombre fue arrestado.

Aclaración de Andrea

Por otra parte, Andrea ha aclarado que el guardia civil acusado de agredir a una mujer en Iruñerria sigue portando su arma reglamentaria, pero fue separado de la oficina de atención a mujeres víctimas de violencia machista tras mediar en el asunto la Delegación del Gobierno.