El concejal José Luis Uriz, que dedicó el chupinazo de Atarrabia a cinco personas, entre ellas Arnaldo Otegi, no sólo ha sido advertido de expulsión del PSN, sino que incluso ha recibido fuertes críticas del Gobierno, por medio de Alberto Catalán, y de los grupos parlamentarios. Sin embargo, Odón Elorza pidió «por favor» que no sea expulsado porque, a su juicio, «lo que ha querido es reflejar una situación política en la que le gustaría que las cosas fueran bien, que los planteamientos de Otegi triunfaran dentro de la izquierda abertzale».

El propio Uriz declaró ayer que le parece «una injusticia» la apertura de un expediente de expulsión del PSN, y aclaró que la dedicatoria del cohete a cinco personas, Otegi entre ellas, fue un acto de «emotividad», pero que «no tuvo repercusión alguna en el acto oficial del chupinazo».

El edil del PSN de Atarrabia añadió que hizo la mención a Otegi porque «su trabajo durante años conduce a Batasuna por la senda de la paz».

No podría ir al PSC

Con la única excepción de NaBai, que «respeta» la postura de Uriz, todos los demás grupos parlamentarios criticaron ayer su actuación. Samuel Caro (PSN) llegó a decir que «ahora mismo, con el reglamento en la mano, ya no sería militante socialista», y añadió que no podría darse de alta en el PSC si finalmente es expulsado del PSN.

«Todos sabemos quién es y que está en prisión por pertenecer al entorno de ETA. Todo lo demás sobra», declaró el portavoz del PSN. El secretario de organización del PSN, José Luis Izco, agregó que Uriz «ha llenado de vergüenza al partido».

José Andrés Burguete (CDN) argumentó que «hay muchas más personas a las que poder dedicar el cohete en Villava, con muchos más méritos y más reconocimiento que Arnaldo Otegi o Pernando Barrena». Ion Erro (IUN) opinó que los chupinazos deben dedicarse «a los propios vecinos».