Los seis primeros partidos de Liga han demostrado que la plantilla que se proclamó campeona de Segunda la pasada temporada está capacitada para competir en Primera cuando muestra el nivel de intensidad que le llevó a conseguir el ascenso.

Martín Lasarte ha alineado de salida a un mínimo de nueve jugadores de la pasada temporada en sus alineaciones. Así, ante el Villarreal Sutil y Llorente fueron los únicos fichajes que jugaron de salida, y en Almería e Iruñea lo hicieron el jiennense y Tamudo. Los otros tres partidos los han comenzado diez jugadores de la plantilla de la pasada temporada y el delantero catalán. En cuatro jornadas han jugado tres fichajes, y en Almería y ante el Real Madrid sólo dos.

A pesar de que el equipo se ha mostrado irregular sin jugar con la actitud adecuada en Iruñea y Mallorca, ha superado bien el complicado inicio liguero con siete puntos y en los cuatro partidos en los que ha jugado con un nivel de intensidad adecuado y ha defendido con un mínimo de criterio ha estado a la altura de todos sus rivales, incluidos equipos del nivel de Villarreal y Real Madrid. En los dos restantes no ha sido rival, lo que demuestra que la plantilla tiene calidad suficiente y que su asignatura pendiente es ser fiel fuera a la solidez e intensidad que le caracteriza en Anoeta desde la llegada de Lasarte.

Dos victorias por 1-0

La clave está en mantener la portería a cero y en las dos ocasiones en las que lo ha conseguido a la Real le ha bastado un gol para ganar. También por el estilo de juego y por las características de los jugadores, la Real es un equipo al que le cuesta llevar la iniciativa y prefiere buscar el contragolpe y para eso es recomendable, por lo menos, tener el marcador igualado.

Por eso mismo es difícil de explicar lo que le sucede en sus salidas, que es donde más cómoda debería encontrarse la Real cediendo la alternativa al equipo local. Es un aspecto que Lasarte debería intentar corregir en las siguientes salidas ante equipos como Levante, Málaga, Hércules y Sporting que, en principio, son rivales directos en la lucha por la permanencia.

La Real no puede jugar cada partido en Anoeta con tanta presión como lo ha hecho este sábado, y para ello debe aprovechar esas cuatro visitas asequibles para sumar puntos que le permitan llegar con un colchón sobre el descenso a una fase de calendario difícil en la que la Real debe jugar en Anoeta de forma seguida contra Atlético, Athletic, Valencia y Sevilla. Y las siguientes salidas, después de esas cuatro ante rivales directos, serán a Barcelona, Zaragoza, Getafe, Villarreal y Real Madrid.

Análisis asumido por la plantilla

Por eso fue muy importante la victoria del sábado, para afrontar con un estado de ánimo más adecuado la fase de la primera vuelta en la que más puntos hay que sumar. Y la receta la tiene asumida la plantilla. Hay que mejorar fuera de casa.

Así lo transmitía ayer Mikel Aranburu al afirmar que «todos coincidimos en que en los partidos de casa estamos mucho más fuertes que fuera. Ahora, viendo que el próximo partido lo jugamos en Valencia, el aspecto más claro a mejorar son las salidas, donde no damos el mejor nivel y nos vendría muy bien sacar más puntos. Es importante seguir fuertes en casa, pero fuera nos cuesta un poco más. En Almería sí tuvimos la oportunidad de ganar, pero en Iruñea y en Mallorca no merecimos puntuar. A ver si contra el Levante cambiamos esa imagen y sacamos un resultado positivo».

De la comparecencia ante la prensa de Aranburu destacó la importancia que dio al debut de Sarpong: «Es positivo cuantos más jugadores se vean partícipes en el trabajo del grupo y aporten cosas. En los entrenamientos veíamos que es un jugador rápido, fuerte y que utiliza las dos piernas. El sábado se decidió a tirar un falta que él provocó y ahí decidió el partido. Es muy importante para todos».