El vertido de lodo tóxico de Hungría llega ya hasta el río Danubio
El desastre provocado por el vertido de lodo rojo tóxico que desde el lunes afecta al oeste de Hungría continúa agravándose y ayer ya alcanzó el río Danubio, cuyo ecosistema ya registró los primeros daños con la aparición de multitud de peces muertos. Las sustancias derramadas son tan altamente corrosivas que han matado ya a 4 personas y han dejado más de 150 heridos, al mismo tiempo que han destruido por completo el ecosistema del río Marcal.
GARA |
El vertido de lodo rojo producido tras la ruptura de una balsa con residuos de una planta de aluminio en el oeste de Hungría alcanzó ayer el río Danubio, según informó la Unidad Nacional de Desastres (DNU), citada por la agencia France Presse.
El portavoz del citado organismo, Tibor Dobson, confirmó a primera hora de la tarde que el vertido había comenzado a afectar al ecosistema del Raab, principal ramal del Danubio -segundo mayor río de Europa-, donde aparecieron multitud de peces muertos. Ya por la mañana habían reconocido que la contaminación había arrasado por completo el ecosistema del primer río afectado, el Marcal, matando a todos los peces del mismo.
«Hemos tratado de reducir los niveles de alcalinidad en varios puntos del río Marcal diluyendo ácido y yeso, pero todo ha sido en vano», precisó Dobson, según recogió la BBC.
El Servicio de Aguas confirmó que las aguas analizadas en las inmediaciones muestran «una tasa alcalina superior a la normal, entre 8,96% y 9,07%», cuando la normal es de 8%.
El desastre comenzó el pasado lunes con la rotura de un dique que almacenaba barro rojo, una sustancia alcalina, tóxica y corrosiva, en una empresa privada de aluminio cerca de la localidad de Ajka (160 kilómetros al oeste de Budapest). El vertido arrasó varias localidades, dejando cuatro muertos y más de 150 heridos. Además, hay tres desaparecidos.
Niveles de pH
Según indicó el director del grupo ecologista WWF en Hungría, Gabor Figeczky, dado que el Danubio es un río mucho mayor, la alcalinidad debería diluirse y que los niveles de pH deberían estar entre 7 y 8, aunque lo ideal sería en torno a 7, en una escala de 14. La mayoría de peces no resisten un nivel de pH 9. «En base a nuestras estimaciones actuales, [la contaminación] se mantendrá contenida en Hungría, y confiamos en que llegue a Budapest con unos niveles de pH aceptables», agregó.
Los países ribereños del Danubio -Croacia, Serbia, Bulgaria, Rumanía, Moldavia y Ucrania- han reforzado los controles de las aguas para enfrentar una eventual polución. Por el momento, ninguno ha detectado amenazas de contaminación.
Las sustancias derramadas son enormemente corrosivas para los seres vivos. En contacto con la piel humana, produce quemaduras que pueden causar la muerte en un breve espacio de tiempo. El óxido de hierro es el responsable del color rojizo del barro que queda en las localidades afectadas.
La prensa local recoge que el primer ministro ha movilizado todas las fuerzas necesarias para pagar indemnizaciones a todos los afectados, al tiempo que tratará de construirles hogares antes de que llegue el invierno.
«Lo más probable es que se deba a un error humano. El muro de la balsa no se desintegró en un minuto, esto debería haberse detectado», apuntó ayer el primer ministro, Viktor Orban.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, visitó ayer la localidad más afectada, Kolontar, e indicó que no tiene sentido retirar los escombros y el lodo, ya que es imposible vivir allí de nuevo.
«Tengo la impresión de que todo esfuerzo de reconstrucción aquí, más allá del puente, es inútil», declaró. «Habrá que abrir un nuevo territorio para los habitantes y demoler esta parte del pueblo para siempre, porque es imposible vivir aquí », añadió.
Los cientos de habitantes de la localidad se mostraron en una asamblea a favor de dejar definitivamente el municipio, a la vez que evocaron una denuncia colectiva contra la empresa responsable del vertido. GARA
