Una de las inmigrantes que cuidan a nuestros ancianos
«Amador»
Enrique González Macho, de la distribuidora Alta Films, se quejó de que varias de sus películas no fueran seleccionadas por el Donostia Zinemaldia, y entre esas ausencias importantes se encontraba la última realización de Fernando León de Aranoa. Ni siquiera el protagonismo de Magaly Solier, la más festivalera de las actrices peruanas, ha podido servir de reclamo.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Fernando León de Aranoa ha declarado haber seguido, para escribir el guión de «Amador», el sistema consistente en imaginar la vida de un personaje con el que uno se cruza casualmente en la calle. La imagen de una inmigrante que marchaba silenciosa en el autobús, cargada con flores, le inspiró una historia que se acerca bastante a la realidad de las personas que vienen a otros países, y que solamente entran en contacto con los nativos por asuntos de trabajo.
Un hostelero me dijo una vez que no contrataba a inmigrantes sudamericanos porque son lentos trabajando, pero que, en cambio, no tenía inconveniente en que mujeres venidas de esos países cuidarán a su padre enfermo, porque suelen ser de carácter dulce y cobran menos que las de aquí. Al tiempo, me lo volví a encontrar y le pregunté por su padre y la cuidadora ecuatoriana. Me contó que se había ganado el cariño y la confianza del anciano, pero que dicha buena relación había despertado los celos de los familiares. Cuando el abuelo murió, la chica ecuatoriana se quedó en la calle, y ni el hostelero ni su familia le dieron otro empleo. Desde que vino su pareja nunca había trabajado, así que era ella la que tenía que conseguir ingresos.
Cito el caso que conozco porque considero que en el fondo son historias que se repiten, tanto en cuanto se dan las condiciones sociales para ello. Fernando León de Aranoa califica a «Amador» como su película más política, y razón no le falta. Las nuevas formas de colonización capitalista pasan por la inmigración, que sirve para abaratar la mano de obra. Los estados, y ahí está Sarkozy de ejemplo, practican un doble juego con los inmigrantes, a los que no dudan en explotar fomentado la economía sumergida, a la vez que con las expulsiones de ilegales tratan de hacer un lavado de cara. Dicha política va encaminada a crear una división entre la población nativa y los que llegan de fuera. Ni la administración ni sus administrados se consideran racistas, pero se culpa al inmigrante de quitar el trabajo al de casa.
La actriz peruana Magaly Solier, premiada internacionalmente por sus interpretaciones en «Madeinusa» y «La teta asustada», encarna a Marcela, una inmigrante sudamericana que malvive junto a su pareja con un negocio ilegal de flores recogidas o robadas destinadas a la venta callejera, una vez que las perfuman para que parezcan frescas. Necesitan de una nevera nueva para su conservación, por lo que ella responde a un anuncio de servicio doméstico para conseguir el dinero. Tendrá que cuidar a un señor mayor mientras su familia está de vacaciones. El supuesto trabajo temporal se queda en nada, cuando el anciano fallece repentinamente, así que nuestra heroína decide ocultar la muerte para poder cobrar la paga que tenía prevista. Al fin y al cabo, no es más que una mentira más, ya que tampoco le ha confesado a su pareja que se encuentra embarazada. El duro drama que le toca representar se ve aliviado por leves toques de humor costumbrista, relacionados con la visita semanal al viejo Amador que encarna Celso Bugallo de una prostituta, papel interpretado por Fanny de Castro.
Dirección: Fernando León de Aranoa.
Producción: Jaume Roures.
Intérpretes: Magaly Solier, Celso Bugallo, Fanny de Castro.
Fotografía: Ramiro Civita.
Música: Lucio Godoy.
País: Estado español, 2010.
Duración: 112 minutos.
Lo último que ha estado preparando Fernando León de Aranoa es el documental sobre Joaquín Sabina, rodado durante la gira «Vinagre y rosas» con el beneplácito del cantante, quien ha permitido al cineasta que le siga con su cámara allá donde quiera. La confianza ajena se la ha ganado con una trayectoria comprometida e impecable, tanto en sus trabajos de ficción como en los documentales. Debutó en 1996 con «Familia», que le valió el Goya al Mejor Director Novel y el Premio del Público en la Seminci de Valladolid, gracias a un guión muy original que ha inspirado obras de teatro y versiones que han dado la vuelta al mundo. Pese al impacto inicial, lo mejor todavía estaba por llegar y, tras realizar el drama adolescente «Barrio», dio la campanada con «Los lunes al sol», ganadora de la Concha de Oro en Donostia y de cinco premios Goya. Mientras el fantasma del paro siga sobrevolando nuestras cabezas la película seguirá vigente, lo mismo que «Princesas», en torno al problema de la prostitución y el modo en que afecta a la relación con los inmigrantes ilegales. También tuvo su parte en el film colectivo «Invisibles», premiado con el Goya de Mejor Documental.M. I.
La imagen de una inmigrante que marchaba silenciosa en el autobús, cargada con flores, inspiró a León de Aranoa una historia que se acerca bastante a la realidad de las personas que vienen a otros países, y que solamente entran en contacto con los nativos por asuntos de trabajo.
La actriz peruana Magaly Solier encarna a Marcela, una inmigrante sudamericana que malvive junto a su pareja con un negocio ilegal de flores recogidas o robadas destinadas a la venta callejera, una vez que las perfuman para que parezcan frescas.