«Nuestro objetivo social es mostrar solidaridad con las mujeres saharauis»
Gotzon Lizaso
Teclista de Leok´k
LEOK’K son parte de la biografías histórica de Euskal Herria, un grupo nacido a finales de la década de los sesenta influido por los sonidos anglosajones de la época. En 1969 debutaron en el cine Elizondo de Zestoa. Treinta años después regresan con un espléndido disco titulado «Unebat...», grabado, curiosamente, en el mismo lugar del debut, el cine Elizondo.
Pablo CABEZA | BILBO
Hace cincuenta años, en Zestoa existía una Musika Eskola donde parte de LEOK'K estudiaban solfeo, clarinete, trompeta... Diplomas que les sirvieron para formar parte de la Banda de Música. Con 16-17 años comienzan a interesarse por la guitarra, supuestamente para formar una tuna. Por suerte, lo que se escondía bajo «Clavelitos» no era más que el deseo de formar un conjunto de rock.
La idea surgió de Sebas Etxebarria, Mitxel Orbegozo y los hermanos Alejandro y Juan Antonio Kortadi, quienes le plantearon la historia a Gotzon Lizaso, estudiante de piano. En el reparto de instrumento a las guitarras y voces se pusieron Mitxel y Alejandro, la guitarra solista se inclinó del lado de Juan Antonio y los teclados, para Gotzon. Meses después se incorporaría al grupo Luis Llavori, guitarra.
El tinglado estaba montado, las influencias musicales claras, los objetivos por ver, la ilusión exultante y las feromonas dispuestas a conquistar algo más que los del pueblo de al lado, propósito que consiguieron. Pero, quizá nada de todo esto hubiese sido posible sin la ayuda de un cura y dos empresarios del pueblo, quienes les avalaron para la compra de instrumentos.
Los Ágaros, de Donostia, fue una de las primeras formaciones pop-rock de la zona, unos verdaderos pioneros, pero también en la ciudad estaban Los Picos y Los Euskaros, Sombras Azules Dalton y Montis, en Zarautz, Beti Alai, en Azkoitia, Los Mansos, en Soraluze... y en Zestoa nuestros héroes, LEOK'K, nombre formado con las iniciales de los componentes.
LEOK'K debutó en el cine de Zestoa. En esa actuación les acompañaban algunos miembros del colectivo Ez Dok Amairu, como Benito Lertxundi. Allí tocaron «Hiltzaile bat bezala», de Julen Lekuona, «Mendian lar artean» y «Gure bide galduak», de Lertxundi, cerrando con un instrumental de Ataualpa Yupanqui, «Los ejes de mi carreta». No obstante, su repertorio posterior contendría versiones de los Beatles, los Stones, The Doors, Otis Redding, Free, Led Zeppelin, Afrodites Child... Aunque también convivían en pensamiento con Ten Years After, Jimi Hendrix, Grateful Dead... Vamos, una banda instruida y con grandes maestros en los que apoyarse y recorrer las bodas y banquetes que hiciesen falta.
La historia de LEOK'K se rompió con la llegada de la mili a primeros de los setenta, pero el conjunto no colgó nunca los instrumentos, ya que, por una u otra razón, ha tocado en ocasiones puntuales a lo largo del tiempo e incluso grabado un primer disco repleto de versiones que no pudieron ver la luz por problemas administrativos.
Volcados en la ayuda a la República Árabe Saharaui Democrática, LEOK'K ceden todos los beneficios a sus habitantes.
«Unebat...» es el título de su nuevo disco. En este caso, con composiciones propias, donde llama la atención la calidad de las canciones. En general, las influencias vienen de los grupos estadounidenses, pero hay un poco de todo: desde Eagles a Status Quo, pasando por Benito Lertxundi o Neil Young. Leok'k tocan en «Unebat...» no menos de tres o cuatro singles meridianos. Y si fueran otros tiempos o se tuviera más cultura, esto debería estar sonando en radios y pubs sin ningún prejuicio. «Zerura hies», «Saemel», «Urolako tren zaharran» (muy estoniana) o «Zintzilik», en especial, son pelotazos, aunque a nosotros nos marca «Unebat...», tema de corte folk-rock sicodélico, por encima de los siete minutos, que si lo coge una banda internacional lo convierte en la estrella de su propio disco.
LEOK'K son veteranos, pero su repertorio es una agradecida fortuna para plazas, fiestas o tabernas.
LEOK’K ha sido una formación muy estable a lo largo del tiempo, ¿cuál ha sido el milagro?
Somos del pueblo y nos conocemos desde niños, ikastola, juegos... Nosotros, como LEOK'K, siempre hemos sido los mismos. La verdad, ha sido y es una formación muy estable. Compartimos todo y somos grandes amigos. No obstante, el 17 de marzo de 1978 nuestro gran amigo y miembro fundador, Alejandro Kortadi, que en nuestra andadura musical era quien gestionaba y dinamizaba al grupo de una manera perfecta, falleció a causa de un accidente de tráfico. Cuando en 1992, con motivo del 25 aniversario del movimiento rock en Zestoa se organizó un concierto, quisimos tomar parte en él. El hueco dejado por Alejandro Kortadi lo llenó otro bajista del nuestro pueblo, Koldo Igual, que es también quien graba el nuevo disco con nosotros.
Los beneficios del disco van para el Sáhara. Incluso el tema «Saemel» son las iniciales de Saharako Emakumeei Elkartasuna.
Después de disolvernos por la mili en 1972, pasados veinte años nos reunimos para preparar el concierto que se había organizado en Zestoa por el 25 aniversario del movimiento rock en el pueblo. En el año 2002 volvimos a reunirnos, puesto que también se organizó otro concierto (esta vez, por el 35 aniversario). A raíz de esas actuaciones esporádicas pensamos que podíamos hacer y ofrecer algo más. Desde esa perspectiva, debido, por una parte, a las actividades y campañas organizadas por la asociación WADNA sobre el Sáhara en el pueblo y, por otra, a que un miembro del grupo, concretamente Mitxel Orbegozo, acogía -y sigue acogiendo- a lo largo de los distintos veranos en su casa a un/una saharaui, nos llevó a involucrarnos en el tema, siendo conscientes de la situación del Sáhara Occidental, al mismo tiempo que nos sensibilizábamos con la historia. Nos llamó la atención, en concreto, la situación y el trabajo que realizan las mujeres saharauis. Es sabido que la mayoría de los hombres están movilizados y que las mujeres están llevando una labor impresionante. Durante todos estos años, las mujeres se han hecho cargo, además de los asuntos cotidianos, de la administración local, así como de la vida social y económica.
¿En concreto cómo se vehicula la solidaridad?
Nuestro objetivo social es mostrar la solidaridad con las mujeres saharauis y que las ganancias de la venta del cedé, así como de las futuras actuaciones que hagamos, se destinen para el organismo Unión Nacional de las Mujeres Saharauis (UNMS).
Grupo: LEOK'K.
Disco: «Une bat...».
Venta: Cadena tiendas Elkar.
Disposición: Ya a la venta.
«Nos llamó la atención la situación y el trabajo que realizan las mujeres saharauis. Es sabido que la mayoría de los hombres están movilizados y que las mujeres están llevando una labor impresionante»
«El 17 de marzo de 1978, nuestro gran amigo y miembro fundador, Alejandro Kortadi, que era quien gestionaba y dinamizaba al grupo de una manera perfecta, falleció a causa de un accidente de tráfico»
Algunos de ustedes tendrán hijos, no cuesta imaginar que habrá más músicos en la familia...
Ciertamente. Oihan Lizaso, hijo de Gotzon, fue miembro del grupo Nuke, que en el año 2004 fueron los ganadores, por votación del público, del concurso que organiza Gaztea cada año, y actualmente es miembro de Ezinean. Iñigo Llavori, hijo de Luis, fue miembro de Real Time Battle. También grabaron una maqueta con cuatro canciones que presentaron en su día a Gaztea y Alejandro Orbegozo, hijo de Mitxel, es miembro del grupo Grises, que pronto publicará su tercer disco, ya grabado. Aprovechando las menciones, queremos agradecer el gran trabajo que han realizado en la grabación de «Une bat...» Oihan Lizaso, Iñigo Llavori, Eñaut Gaztañaga y Estanis Elorza, puesto que han sido ellos los que han llevado todo el peso de la grabación, mezclas y masterización.
Ahora es sencillo estar al día, ¿pero cómo se enteraban ustedes de las novedades en aquellos tiempos?
Pues de los discos y revistas como «Rolling Stone» que alguien traía. De la radio muy poco, pues la música que ponían era mala, excepto algún programa que otro que se podía escuchar de madrugada, como, por ejemplo, «Albatros», algo de Joaquín Luqui y... para de contar. Hay que tener en cuenta que era la época del franquismo y la música que se hacía fuera estaba medio vetada y más aún el rock. P. C.