El nombre de Augusto Farabundo Martí está unido a la lucha contra los gobiernos totalitarios y por los derechos de los campesinos y trabajadores en El Salvador y otros países latinoamericanos como Guatemala y Nicaragua. Nacido el 5 de mayo de 1893 en la ciudad de Teotepeque en el seno de una familia de clase media, tuvo la oportunidad de estudiar. Siendo universitario, participó en una movilización de apoyo a estudiantes guatemaltecos que exigían el fin de la dictadura en su país. Aquello le costó la expulsión de El Salvador. Instalado en Guatemala, vivió de cerca la situación de precariedad de los trabajadores en las azucareras. Allí fundó el Partido Comunista Centroamericano. Los dueños de las plantaciones no le perdonaron tal intromisión, por lo que, tras ser denunciado, puso rumbo a México, donde estudió la revolución agraria de 1910. También fue secretario de Augusto César Sandino y testigo de los bombardeos en la selva nicaragüense y delegado de Socorro Rojo Internacional en Latinoamérica. A lo largo de su vida fue deportado en varias ocasiones hasta que el 31 de enero de 1932 fue detenido y condenado a muerte por el dictador salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez. El 1 de febrero fue fusilado. Se dice que se negó a que le vendaran los ojos.

Años después, su ideario y trayectoria inspiraron la formación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Fue el 10 de octubre de 1980 cuando las Fuerzas Populares de Liberación «Farabundo Martí», el Ejército Revolucionario del Pueblo, la Resistencia Nacional y el Partido Comunista Salvadoreño decidieron unir sus fuerzas para unificar los múltiples movimientos de izquierda y revolucionarios. La guerra entraba en una fase de recrudecimiento y la intervención de Estados Unidos era cada vez más intensa, lo que requería una unidad de acción. En diciembre de ese año se incorporó el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos. Fueron tiempos de lucha clandestina y de un cruento conflicto que dejó 75.000 muertos, 8.000 desaparecidos, 12.000 lisiados y más de medio millón de desplazados, según organismos humanitarios.

Los Acuerdos de Paz y la legalización del FMLN llegaron en 1992. Aunque la firma de la escritura pública de la fundación legal del partido se produjo el 1 de setiembre, el Tribunal Supremo Electoral no admitió su registro legal hasta el 14 de diciembre, un día antes de declararse formalmente el cese del enfrentamiento armado.

Entrados ya en una nueva etapa de lucha, el FMLN empeñó gran parte de sus esfuerzos en la institucionalización del partido y en la definición de la estrategia política electoral de cara a los comicios generales de marzo de 1994. Aunque no faltaron las divisiones internas y las presiones de sectores de la derecha, logró convertirse en la segunda fuerza política del país con 15 alcaldías y 21 diputados de un total de 84.

Pero para hacer más efectiva la contienda electoral hacía falta dejar de ser un partido de partidos y crear una estructura única, lo que consiguió en sucesivos años.

En las legislativas y municipales de 2003, se consolidó como fuerza política. En las legislativas logró el 35,99% de los votos, superando a la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que se quedó en un 33,17%. En cuanto a las municipales, obtuvo 80 alcaldías, por detrás de Arena, que logró 109.

El momento cumbre llegó con las elecciones presidenciales del 15 de marzo de 2009. Mauricio Funes, conocido por su labor periodística en varios canales de televisión y no adscrito a ningún partido durante la guerra, se hizo con el Gobierno que estuvo en manos de Arena desde 1989.

Funes heredó un país marcado por las secuelas de la guerra, la violencia de las maras y la pobreza. En su primer discurso a la nación, prometió un profundo cambió y un plan global contra la crisis. En el plano exterior, ha restablecido las relaciones con Cuba, convirtiéndose en el primer presidente salvadoreño en viajar a la isla en 50 años.