La niña de 18 meses cuyo cuerpo apareció el jueves flotando en aguas de Zarautz «murió por ahogamiento en el mar», según informó el viceconsejero de Seguridad de Lakua, Rafael Iturriaga, dando cuenta de los resultados de la autopsia.

Iturriaga aseguró que las investigaciones sobre el caso arrojan de momento «muy pocas novedades», ya que los análisis forenses en «una niña tan pequeña no ofrecen prácticamente resultados». Sí se ha determinado que murió ahogada en el mar «bien sea de modo accidental o a través de un homicidio como desgraciadamente es de temer».

En este sentido, el representate de Lakua consideró «prácticamente imposible» que una niña tan pequeña pudiera trasladarse por sus propios medios «desde donde se dice que pasó la noche hasta donde apareció el cadáver».

Las mismas fuentes informaron de que la división de Policía Criminal de la Ertzaintza se ha hecho cargo de las investigaciones y que permanecen a la espera de que la Policía Científica analice las evidencias tomadas como podrían ser restos de ADN que, por ejemplo, pudieran situar a la niña en la choza en la que, según el padre de la menor, pasaban la noche. Los efectivos policiales tratan también de recabar el testimonio de algún testigo que pudiera haber visto algo y pudiera contribuir a esclarecer lo ocurrido.

En cuanto al padre de la niña, que el viernes fue imputado por un presunto delito de homicidio, Iturriaga aseguró que «ha ido modificando las versiones, que son confusas y no realmente creíbles». El hombre de 41 años, que cuenta con antecedentes por violencia de género y que fue detenido con anterioridad acusado de secuestrar a su hija, permanecía ayer en dependencias de la Ertzaintza a la espera de pasar a disposición judicial.

Iturriaga realizó estas declaraciones al término de la concentración que realizaron ante el Ayuntamiento de la localidad y en la que participaron numerosos representantes institucionales. Precisamente, media hora antes en el mismo lugar se llevó a cabo la concentra- ción convocada por Bilgune Feminista para denunciar la actitud de las instituciones que no actuaron sobre esta familia y criticar que la Ertzaintza no detuviera al hombre, contra quien pesaba una orden de búsqueda y detención por agredir a su esposa.