El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió a la Autoridad Palestina que reconozca a Israel como «Estado-nación del pueblo judío» para proceder a la paralización de las ilegales colonias sionistas en Cisjordania.

Esta nueva imposición de Netanyahu se produjo al día siguiente de que el Gobierno israelí aprobase una ley que obligará a los no judíos a jurar lealtad al Estado sionista si quieren acceder a la nacionalidad israelí. De este modo, Israel lograría blindar su carácter excluyente ante las negociaciones.

La Autoridad Palestina rechazó la exigencia de Netanyahu. «Esta cuestión no tiene ninguna relación con el proceso de paz ni con las obligaciones que Israel no ha cumplido», declaró a France Presse el principal negociador palestino, Saeb Erekat.

Desaire a la UE

El ministro israelí de Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, por su parte provocó un incidente diplomática al instar, el domingo, a sus homólogos español y francés, Miguel Ángel Moratinos y Bernard Kouchner, de gira por Oriente Medio para impulsar el proceso negociador, a que «resuelvan todos los problemas de Europa antes de entrometerse en los asuntos de Israel».

En su reunión con Moratinos y Kourchner, Lieberman les recordó los fracasos diplomáticos de la UE para solucionar conflictos en Chipre, Somalia, Corea, Afganistán, Serbia o Kosovo.

«En 1938, la comunidad europea decidió complacer a Hitler en lugar de apoyar a Checoslovaquia y la sacrificó sin ganar nada a cambio. No seremosser la Checoslovaquia de 2010. Garantizaremos la seguridad de Israel», añadió Lieberman.

Desde Amman, Moratinos y Kourchner mostraron su apoyo al proceso negociador y reclamaron la ampliación de la moratoria de nuevas construcciones en las colonias sionistas de Cisjordania.