La visita a Mosc� del nuevo jefe de la diplomacia brit�nica, el conservador William Hague, constat� los desacuerdos entre Rusia y Gran Breta�a, exacerbados tras la muerte en 2006 en Londres del antiguo miembro del servicio secreto ruso y opositor, Alexandre Litvinenko.

Gran Breta�a exige la extradici�n de Andrei Lugovoi, otro antiguo miembro del FSB al que considera como suspechoso n�mero uno en el caso de envenenamiento de Litvinenko.

Rusia rechaz� la demanda y permiti� a Lugovoi ser elegido como diputado en la Duma. A cambio, exige a Londres que entregue al magnate en el exilio Boris Berezovski.

Tono muy fr�o

Tanto Hague como su hom�logo ruso, Sergei Lavrov, no ocultaron la frialdad de sus relaciones durante la comparecencia conjunta ante la prensa.

El ministro brit�nico confirm� que hab�a mencionado la cuesti�n de Georgia (Occidente acusa a Mosc� de incumplir sus compromisos tras la guerra rel�mpago de 2008). Lavrov dio cumplida r�plica al asegurar que plante� el tema de Kosovo.