La pretemporada de la NBA, por primera vez con clasificación propia, casi ha terminado. A falta de que el 3 de noviembre arranque la liga con el Boston-Miami, Orlando Magic y los Celtics son los favoritos que muestran sus credenciales. Lakers y los reforzados Heat quedan en un segundo plano, mientras que Memphis Grizzlies y Utah Jazz asustan con balances en los que desconocen la derrota.

La mayor novedad en los Magic de Orlando (6-0) es que no hay novedades. Tras un verano en el que la Conferencia Este ha asistido al movimiento de grandes nombres, la mayor apuesta de Orlando se queda en casa: J.J. Redick. Los Bulls de Chicago ofrecieron 19 millones por tres temporadas y Orlando igualó la oferta, consciente de que los mejores años del escolta-alero están por llegar. Así, con la base hecha, los Magic han confiado en Jameer Nelson, Vince Carter, Rashard Lewis y Dwight Howard para culminar una preparación inmaculada.

En Boston (6-1), las novedades se apellidan O'Neal. Shaquille y Jermaine compartirán apellido y equipo en la plantilla de los Celtics, aunque la franquicia sigue tirando del tridente compuesto por Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett. El otro gran favorito del Este, Miami Heat (3-3), es un cúmulo de dudas en el que LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh deberán buscar su papel en otra franquicia construida a golpe de talonario.

En el Oeste, Memphis Grizzlies (7-0) y Utah Jazz (6-0) son el modelo perfecto de la constancia. Sin apenas refuerzos y con esquemas similares a los de la pasada campaña, ambas escuadras siguen imbatidas mostrando un juego sólido. Por su parte, los Lakers (2-3) siguen sin despertar del dulce sueño que supuso ganar el anillo por segundo año consecutivo.

NBA vs FIBA

La pretemporada pasará a la historia marcada por el baloncesto FIBA. No sólo porque el Barcelona superase a Los Angeles Lakers, sino por la digna actuación del Baskonia ante Memphis y San Antonio. Con la derrota de los Lakers. la prensa se lanzó a hablar del supuesto perfil NBA del Barça. El debate es interesante aunque de corto recorrido. Si el Barcelona pudiera competir con garantías en la NBA, ¿por qué no haría lo propio el Caja Laboral, actual campeón de la ACB?

Aparte de los fundamentos físicos, hay que tener en cuenta que un partido de la NBA casi equivale a uno de cinco cuartos de tiempos FIBA y que las temporadas regulares de 82 partidos superan las de cualquier finalista de Euroliga; a esto hay que sumarle los play offs a siete partidos. Sobrevivir en una jungla en la que la táctica queda sepultada resultaría difícil para el baloncesto FIBA, sobre todo a partir del quinto mes.

La segunda mitad de enero es un muro y seguir el ritmo resulta complicado para todos. No obstante, si la NBA introduce alguna franquicia europea en su competición, lo hará en base a sus capacidades económicas. La competitividad vendrá en segundo lugar. El mercado lo es todo para David Stern.