La organización del Tour presentó en París un recorrido para su edición de 2011 ideal para los escaladores, ya que sólo habrá 41 kilómetros de crono individual -en la penúltima etapa- y tienen a su favor seis etapas duras de alta montaña, con cuatro finales en alto de entidad, otro en un puerto de Segunda como Super Besse y tres en repechos.

El Tour otorgará al Galibier un papel estelar por cumplirse el centenario de su primera ascensión, como sucedió este año con el Tourmalet. Si el mítico puerto pirenaico fue ascendido en julio en dos ocasiones por distintas vertientes y en una fue final de etapa, en la próxima edición se repetirá la experiencia con la gran cima alpina. Será escenario de la llegada con más altitud de la historia del Tour con sus 2.645 metros, con lo que se superarán los 2.413 del Granon, llegada hasta ahora más alta en la historia de la prueba. Al día siguiente se vuelve a subir el Galibier en la última etapa de montaña de camino a la llegada en otro mítico como Alpe d'Huez.

Al margen del recorrido, el aspecto más destacado en la presentación del Tour fue la ausencia del ganador de tres de las últimas cuatro ediciones, Alberto Contador, a la espera de que la UCI tome una decisión por el positivo de clembuterol registrado en plena carrera. En su ausencia, Andy Schleck mostró su deseo de medirse al madrileño para tomarse la revancha del duelo de este año y señaló que es un recorrido que le conviene.

La prueba no presenta grandes novedades en su recorrido. Apenas se sale del Estado francés para llegar a Italia en la primera etapa alpina con final en Pinerolo y lo más destacado es la ausencia de una prólogo inicial. De hecho, el recorrido guarda sus similitudes con el de 2008, donde también se comenzó con una etapa en línea con final en un repecho, se subió primero Super Besse, Pirineos antes que Alpes y Alpe d'Huez fue el último gran test que aprovechó Sastre para ganar el Tour por delante de Evans.

Este año la prueba comenzará con una etapa en línea en el departamento de la Vendée que acaba en un repecho que se puede atragantar a los sprinters. Al día siguiente espera una crono por equipos que marcará las primeras diferencias en la carrera y también puede haber segundos entre los favoritos en el final de la cuarta etapa en el Muro de Bretaña, subida con porcentajes importantes que es conocida como el Alpe d'Huez de esa región.

Primera criba del Macizo Central

Las siguientes diferencias las marcará el primer final en alto en el Macizo Central en Super Besse, donde hace dos años ganó Ricco antes de su escándalo por dopaje. Es un puerto de Segunda con dureza. Tiene primero 7,4 kilómetros al 5,7% y una rampa final de 1.500 metros al 10%. Al día siguiente hay otra etapa en el Macizo Central en la que se sube el Pas de Peyrol y por vez primera el col du Perthus, 4,4 kilómetros al 8%. Un continuo sube y baja antes de subir el repecho de Orgues para llegar a la meta de Saint-Flour.

Como es habitual en las últimas ediciones, la mayor dureza estará en la semana final. Los Pirineos, que se subirán primero, tienen mucho más atractivo que hace dos años. Presentan dos finales en alto en Luz Ardiden -que será la cima más cercana de Euskal Herria el jueves 14 de julio- y en Plateau de Beille. Antes de Luz Ardiden esperan La Hourquette d'Ancizan y el Tourmalet. Son tres puertos duros en los últimos 68 kilómetros. La etapa de Plateau de Beille presenta antes de meta cinco ascensiones a puertos como Aspet, Core, Latrape y Agnes.

Además, entre ambas jornadas con finales en alto se disputa una etapa entre Pau y Lourdes en la que los ciclistas deberán subir el Aubisque, situado a 50 kilómetros de meta.

Para abrir el apetito de cara a los Alpes espera la llegada a Gap con el puerto de Manse y el descenso de la Rochette, donde se cayó Joseba Beloki en el 2003.

Unos Alpes exigentes

La cordillera alpina terminará de seleccionar la carrera entre los mejores escaladores con dos finales en alto en Galibier y Alpe d´Huez. Antes se llega a la localidad italiana de Pinerolo con las subidas a Montgenevre, Sestrieres y Pramartino, cima situada a ocho kilómetros de la meta.

La siguiente etapa acaba en el Galibier tras 30 kilómetros de subida desde Saint Chaffrey y antes se pasa por Agnello e Izoard. En la última etapa de montaña se asciende el Galibier de nuevo antes de acabar en el mítico Alpe d'Huez en una etapa de sólo 109 kilómetros.

El penúltimo día, como sucedió este año, espera la crono de 41 kilómetros en Grenoble para decidir quién de los mejores escaladores es el corredor más completo si llegan a esa jornada sin grandes diferencias.

Al margen del recorrido, las novedades más importantes son las variaciones en las clasificaciones de la montaña y de la regularidad. En la primera sólo puntuarán seis corredores en los puertos de Primera y en los especiales y sólo el primero en los de Tercera. En los finales en alto, la puntuación de los puertos se doblará. En la regularidad se darán 20 puntos para el ganador de un único sprint intermedio en cada etapa en el que puntuarán los quince primeros. Se busca que cada sprint se dispute como una etapa (45 puntos).