La pared del ambulatorio de Oiartzun vuelve a lucir la placa en memoria de Esteban Muruetagoiena, médico ondarroarra que murió tras ser detenido y torturado por agentes de la Guardia Civil. Ayer al mediodía se celebró un acto para reinaugurar la placa, que fue descubierta por Edurne Muruetagoiena, hija del médico fallecido.

Anteriormente ya existía otra placa en ese mismo lugar, pero en la noche entre el 8 y el 9 de mayo fue destruida por desconocidos. Tras las rumores surgidos en torno a los autores del hecho, el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, reconoció en el Parlamento de Gasteiz que existían indicios de que el ataque fue realizado por ertzainas, por lo que ordenó que se abriese una investigación.

Muruetagoiena fue detenido por la Guardia Civil en marzo de 1982 en Oiartzun y permaneció hasta nueve días incomunicado. Cuando quedó en libertad, denunció haber sufrido «graves torturas». A los tres días, falleció a consecuencia de las mismas.

Mientras, en Erandio, Ahaztuak 1936-1977 celebró un acto de memoria en la plaza del Ayuntamiento, donde homenajearon a Antón Fernández y Josu Murueta, que perdieron la vida a tiros en 1969 en una protesta contra vertidos de sustancias contaminantes en esa localidad vizcaina.

Día de la Memoria

Durante la jornada de ayer se mantuvo abierta la polémica en torno al «Día de la Memoria» que el Gobierno de Lakua celebrará el miércoles. La declaración que se leerá fue consensuada por PNV, PSE y PP. Este texto ha suscitado la queja de Eusko Alkartasuna y Aralar, que subrayan que no toma en consideración «a todas las víctimas», mientras que EB reclamó un consenso más amplio.

EA y Aralar anunciaron que no participarán en el acto. Desde EA, Ikerne Badiola y Juanjo Agirrezabala criticaron que el manifiesto ha sido «cocinado a tres bandas» y recordaron que su partido no apoyó la iniciativa porque la exclusión de una parte de las víctimas va a hacer que sea «un acto incompleto».

Aralar explicó que no se sumará a la declaración porque no reconoce «a todas las víctimas de motivación política», concretamente a las del franquismo y a las que han sufrido «graves violaciones de derechos humanos perpetradas por el Estado».

Por su parte, el coordinador general de EB, Mikel Arana, anunció su apoyo a la declaración, aunque criticó a PSE, PP y PNV por «no contar con el resto de grupos del Parlamento».