TITIÍN III 22

BERASALUZE VIII 11

Por sexto año consecutivo Titín III no faltará a su cita favorita: la liguilla del acotado. La jaula se ha convertido, sin duda, en el hábitat natural del depredador riojano, a quien a sus 41 años le siguen acompañando el olfato y la puntería en sus días de caza.

Su última víctima fue Berasaluze VIII, otro habitual en acariciar el frontis con los dedos cuando la pelota ronda los cuadros principales y de quien se esperaba mayor batalla en un choque de delanteros hábiles que quedó un tanto descafeinado tras el inicio arrollador del pelotari de Tricio.

Un 9-0 nada más comenzar dejó el choque casi sentenciado, con un Titín que convertía el saque en una de sus armas principales y un Berasaluze inoperante que no terminaba de enlazar dos pelotazos bien dirigidos. Titín tomó pronto el mando del juego, incluso el del tiempo, ralentizándolo cuando el luminoso se movía y pausaba su caminar hasta llegar al cuadro ocho para disponerse de nuevo a sacar, y acelerándolo cuando el cuero echaba a botar.

El campeón de la edición de 2007 ha perdido movilidad y frescura, pero su orientación en los cuadros alegres sigue intacta, algo que quedó patente cuando el riojano se marcó dos saque-restos marca de la casa y comenzó a desesperar a un Pablo que pese a perseguir de un lado al otro la pelota no lograba inquietar a su rival. Visto el inicio poco fructífero, el de Berriz optó por poner freno al acelerador y, sin renunciar al intercambio de golpes y ganchos, buscó alejar a Titin de la chapa.

De vuelta al partido

El golpeo sigue siendo el talón de Aquiles de Titín, a quien le cuesta un mundo romper el tanto cuando no encuentra una pelota que baje, y a cada paso que daba atrás el riojano se hacía más vulnerable. Berasaluze lo aprovechó, al igual que lo hizo con alguno de los regalos que le ofreció Titín, y consiguió meterse de nuevo en el partido tras acercarse a cinco tantos (11-6).

Con todo a su favor, Titín no logró matar el partido, mientras que el delantero de Berriz se fue creciendo poco a poco. Pablito comenzó a buscar el ancho de la cancha con más soltura y se atrevió a marcar alguna dejada de muy bella factura en el txoko. El vizcaino incluso llego a situarse a cuatro tantos en el marcador (13-9), pero una cortada que mandó a la chapa -muy protestada por el propio Berasaluze- supuso el inicio del fin.

Titín III recuperó la ventaja inicial y, a su vez, sus primeras sensaciones. El riojano volvió hacer mucho daño con su saque y no permitió que su rival se levantara de nuevo del suelo.

El riojano se pegó como una la pa al frontis y acribilló a su rival con varios zurdazos que hicieron que la pelota se perdiera por el ancho. Berasaluze apenas opuso resistencia y un nuevo parcial de 7-0 a favor del veterano acabó cerrando definitivamente el encuentro. El riojano materializó hasta cinco tantos de saque durante el partido y otros nueve de aire.

Titín III no dio opción a un Berasaluze que se quedó anclado en el tanto número once, aunque el partido resultó mucho más duro de lo que acabo reflejando el luminosos.

«La verdad es que he sufrido mucho, a pesar de que la diferencia final haya sido grande. La clave ha estado en el inicio, donde he conseguido hacerle daño con el saque y he abierto hueco en el marcador. Sin embargo, me queda mucho que mejorar, se ha visto que en muchos momentos del partido me ha costado acabar los tantos», señalaba Titín, quien ha participado en todas las liguillas de semifinales desde el año 2005.