«Este tipo de actividades no ayuda nunca cuando se trata de negociaciones de paz». señaló Obama a preguntas de los periodistas sobre el anuncio de que Israel ha aprobado la construcción de 1.300 viviendas más para colonos judíos en Jerusalén Oriental.

De visita al país musulmán más poblado del mundo, Obama se apresuró sin embargo a adoptar la tradicional posición «equidistante» de Washington y señaló que «estoy preocupado por el hecho de que no vemos a las partes hacer esfuerzos (...) que permitan avanzar» en la expectativa de «crear las condiciones para que Israel viva al lado y en paz con una Palestina soberana». «Cada paso gradual (de este tipo) que se dé puede acabar rompiendo la confianza entre las partes», insistió.

«En el buen camino»

En referencia al mundo musulmán, para el que el palestino es uno de los grandes dramas y a la vez debes de Occidente, Obama aseguró que «no hemos eliminado completamente ciertos malentendidos y sospechas que existen desde hace mucho tiempo pero pensamos que estamos en la buena vía».

Preguntado por los resultados de su política un año después de su famoso discurso en El Cairo en el que ofreció un nuevo comienzo a las relaciones de EEUU con el mundo musulmán, Obama aseguró que «nuestros esfuerzos para tender la mano al mundo musulmán son sinceros y siguen vigentes».

Tanto la UE como el Estado francés pidieron a Israel que dé marcha atrás en su decisión de impulsar la colonización judía. Lo mismo hicieron Rusia y la ONU. La Autoridad Palestina exigió a la comunidad internacional que responda reconociendo el Estado palestino con sus frontertas de 1967.