El Consejo Constitucional francés dio ayer su visto bueno a la reforma de las pensiones formulada por el Gobierno de Nicolas Sarkozy y que ya han validado tanto la Asamblea como el Senado, a pesar de las huelgas y multitudinarias movilizaciones convocadas en los últimos meses en su contra. El conocido como «comité de sabios» ha censurado los trece artículos que reformaban la médicina del trabajo, estimando que se trataba de una cuestión que «no tenía una relación con el proyecto de ley inicial», según explicó en un comunicado difundido por Europa Press, precisando que por ello los ha declarado «contrarios a la Constitución»

Sin embargo, el Consejo Constitucional ha rechazado todos los recursos formulados por los parlamentarios del PS, que habían denunciado principalmente que la reforma de las pensiones suponía un «atentado contra los principios de igualdad». Este organismo ha llegado a la conclusión de que fijar la edad mínima de jubilación en los 62 años no infringe «el principio de igualdad ni la exigencia constitucional relativa a una política de solidaridad nacional en favor de los trabajadores jubilados».