La Delegación de Trabajo de Bizkaia ha instado a la dirección de Thuyssenkrupp a que reabra el centro de trabajo de Alonsotegi, según informaron a GARA desde el comité de empresa. A la vez, una representante de la Inspección de Trabajo acudió al centro para comprobar las graves acusaciones de la dirección para decretar el cierre patronal por los «actos violentos y asaltos».

Según el comité de empresa, se comprobó que había habido fuego en una «jaula de papel de reciclaje» y nada más. Por lo tanto, los trabajadores están a la espera de la decisión que adopte la Inspección de Trabajo, pero el comité de empresa ha requerido que se abra la empresa, porque los motivos que ha esgrimido la dirección «son inciertos y sólo sirven para presionar al conjunto de la plantilla».

Por otro lado, los 37 trabajadores que fueron imputados por la Ertzaintza por un delito contra la seguridad colectiva por verter aceite sobre la calzada de la calle Sabino Arana el pasado 30 de setiembre se negaron a declararar ante el juzgado de Bilbo. Mientras duró el trámite, sus compañeros en la calle denunciaron que «se nos impute un delito por defender nuestros puestos de trabajo. es inadmisible», precisó un trabajador de Thuyseenkrupp que, a la vez, dijo que «a quienes nos quieren dejar en la calle, sin embargo, no se les imputa ningún delito por aprovecharse de esta situación».

Tras ese trámite judicial, la plantilla de esta empresa realizó una caravana de coches por Bilbo para concienciar a la población de que «nos quieren dejar sin trabajo, cuando hace tan sólo dos años nos dijeron que nuestra planta era el ejemplo de la compañía. No hay derecho. Los empresarios actúan con impunidad».