Crónica | Ni prevención, ni vigilancia de la salud
«En Acenor, la actual Sidenor, se manipulaba y casi se comía el amianto»
Sidenor se enfrentó ayer a una nueva reclamación de recargo de prestaciones por un cáncer derivado del amianto. La siderúrgica no protegió a los trabajadores. Se conocían sus efectos negativos para la salud desde mediados del siglo pasado, pero las empresas no se preocuparon.
Juanjo BASTERRA
Juan Francisco García Batán, ex trabajador de Echevarría Hermanos, después Acenor y en la actualidad Sidenor, exige a los propietarios de la empresa, el grupo Gerdau, el recargo del 50% de las prestaciones por la falta de medidas de seguridad ya que ha desarrollado un mesotelioma pleural maligno, un cáncer, por haber estado en contacto con el amianto durante una parte de su vida laboral. Tiene reconocida la enfermedad profesional. El ex trabajador de la actual Sidenor compareció arropado por la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) y por miembros de CCOO de Euskadi. La solidaridad entre la clase trabajadora es, en estos casos, más necesaria que nunca. Kepa González, responsable de salud Laboral del Metal de CCOO de Euskadi, recordó que «esta epidemia» se extiende sobre todo en el ámbito de la siderurgia por «el uso generalizado del cancerígeno sin la adecuada protección».
El juicio mostró la cara más terrible de los empresarios, que intentaron por medio de su abogado hacer creer a los asistentes que esa empresa con varias plantas a lo largo de Hego Euskal Herria no utilizó ese mineral cancerígeno o que el amianto no era tan terrible, ni había legislación que protegiera al trabajador, como señaló el médico de empresa de Sidenor en un ejercicio de irresponsabilidad total sólo para ponerse del lado de los intereses de los empresarios. La defensa de la Seguridad Social también rechazó la presencia de amianto, aunque quedó reconocida por el testimonio de los compañeros de Juan Francisco García Batán.
Los testigos de la defensa y una especialista en medicina del trabajo desmontaron una a una las mentiras de Sidenor. Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi y antiguo miembro de los comités de prevención en el grupo siderúrgico, destacó que los trabajadores «manipulaban y casi se comían el amianto», a la vez que admitió que «la empresa no ponía ningún tipo de prevención». Dejó claro otro hecho muy grave al afirmar que, «pese a que la Inspección de Trabajo y Osalan han requerido en numerosas ocasiones a Sidenor para que realice un plan de vigilancia específica de los trabajadores que estuvieron expuestos al amianto, no se hace». De los miles de trabajadores que estuvieron en contacto con ese cancerígeno en esta empresa, no hay más de un centenar en esos planes de vigilancia específica. Todo un fraude.
Placas de amianto
Un ex compañero de Juan Francisco García Batán recordó que en la planta de laminación, donde trabajó junto al afectado por el cáncer, tenían contacto con el amianto «de forma asidua», dejando en mal lugar al abogado de Sidenor que trató de convencer de que en esa planta no existía amianto. Luis González Losada, ex compañero de trabajo, indicó que enumeró las placas de amianto que manipulaban en todos los procesos o cuando acudían a los hornos.
Sorprendió, sin embargo, el discurso del médico de empresa de Sidenor, Miguel Tejada, quien testificó a favor de la empresa, indicando que no había amianto en las instalaciones de laminación, cuando minutos antes los testigos relataron precisamente la elevada presencia de amianto. Rechazó también que hubiera protocolos de actuación preventiva antes de 2004 del Ministerio español de Sanidad, cuando minutos antes una especialista en medicina del trabajo corrigió a los abogados de la Seguridad Social y de Sidenor en este tema, ya que dijo que desde 1940 ya había una regulación sobre el amianto y en 1947 se reconoció la asbestosis e, incluso, en 1961 hubo una normativa específica ante la exposición del mineral cancerígeno, que ya se conocía los males para la salud de las personas.
Esta especialista también corrigió a Sidenor en el sentido de que las investigaciones médicocientíficas confirman que una exposición leve y en poco espacio de tiempo al amianto puede desencadenar el mesotelioma pleural, «por eso es tan necesaria la vigilancia específica, que no tuvieron los trabajadores del grupo siderúrgico ahora Sidenor, porque se puede detectar a tiempo y elevar la esperanza de vida».
Por otro lado, GARA tuvo conocimiento de que el Juzgado de lo Social número 2 de Gasteiz ha reconocido la asbestosis de un ex trabajador de Aceros de Llodio -también perteneciente al grupo Sidenor-, Francisco Muñoz Revidiego, como enfermedad profesional.