Reclaman al G20 que apruebe la tasa sobre las transacciones financieras
A dos días de la cumbre del G20 en Seúl, 200 redes y organizaciones de 23 países han reclamado nuevamente voluntad política para implementar una tasa sobre las transacciones financieras para afrontar los costes de la crisis, una propuesta que ha desaparecido de las agendas de los gobiernos. Estas organizaciones denuncian que los responsables de la crisis no están pagando por sus delitos.
GARA
Ante la Cumbre del G20 en Seúl, mañana y el viernes, 200 redes y organizaciones de 23 países han lanzado una declaración en la que piden la inmediata aplicación de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales con el mensaje «¡Escuchad a la gente, no a los bancos!». Estas organizaciones creen que, «lamentablemente, todo indica que por falta de voluntad política, el G20 omitirá nuevamente a decidir sobre la cuestión de la fiscalización de las transacciones financieras internacionales».
En la declaración, exigen progresos concretos hacia la introducción de la tasa «para afrontar los costes de la crisis financiera y económica mundial», incluyendo la reducción urgente del paro, el acceso universal a salud, educación, agua y alimentación, así como la lucha contra el cambio climático.
Edith Pérez, coordinadora del área antiglobalización de Ecologistas en Acción, subrayó que «cientos de millones de personas en el mundo sufren las consecuencias de la actual crisis, causada por la liberalización comercial y financiera».
Sin embargo, advirtió que los banqueros y ejecutivos de las multinacionales y de la industria financiera, «quienes sí son responsables de la crisis, no están pagando por sus delitos, es más, reciben dinero público con el que organizan un golpe de estado de las finanzas para convertir deuda privada en deuda pública y, así, aumentar su poder». Añadió que «el G-20 es ilegítimo, entre otras cosas, porque no tiene voluntad política para cambiar esta situación y mejorar la vida de la gente común». La Comisión Europea había empezado a considerar la posibilidad de introducir esta tasa a escala europea, tras el apoyo manifestado por el Parlamento Europeo a principios de este año. Un informe de la Comisión indica que, dependiendo de la tasa aplicada y la cobertura, un impuesto sobre las transacciones financieras podría llegar a generar más de un billón de dólares al año
Cambiar el modelo
«La única forma de hacer frente a la crisis financiera y económica mundial es cambiar el modelo económico neoliberal, adoptar e implementar medidas legales y administrativas concretas y eficaces para controlar y limitar el flujo de capitales, así como reformar radicalmente el sistema financiero y perseguir judicialmente la evasión, el fraude fiscal y lavado de dinero de todo tipo de crímenes económicos realizados mediante los paraísos fiscales o centros financieros para no residentes», afirmó Tom Kucharz, representante de Ecologistas en Acción en las movilizaciones contra el G20 esta semana en Seúl.
Además, esta organización ha demandado al Gobierno español transparencia sobre su posición. Cree que aunque durante la cumbre de la ONU en setiembre, el presidente del Gobierno español dijera que «hay que instaurar una tasa sobre las transacciones financieras internacionales destinada a cumplir los objetivos del milenio» y se comprometiera a defenderla en todos los foros internacionales, en las últimas reuniones del Ecofin se ha pasado al lado de los gobiernos que impidieron un consenso de la UE para llevar una propuesta firme respecto a la tasa a la cumbre del G20.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, afirmo ayer que el reto de los próximos meses en la escena económica internacional es «evitar la multiplicación de políticas unilaterales», y alertó sobre los riesgos de la política monetaria de Estados Unidos para Europa y para los países emergentes. «Entramos en un periodo delicado porque la política monetaria estadounidense tiene efectos colaterales a los que será difícil hacer frente» desde Europa y desde las economías emergentes, subrayó Gurría en una entrevista publicada ayer por el diario económico francés «La Tribune».
Consideró que la política de estímulo monetario de la Reserva Federal «obtiene su legitimidad del hecho de que el resto del mundo depende de la recuperación del crecimiento en Estados Unidos. Pero es verdad que esta política hace bajar el dólar». Se mostró convencido, en cualquier caso, de que «los dirigentes son conscientes de que hay que evitar a cualquier precio» la guerra de divisas.
Preguntado sobre Europa, Gurría explicó que su problema es «su estructura institucional. La búsqueda del equilibrio entre los intereses de los 17 de la zona euro o de los 27 de la Unión es fuente de tensiones. La crisis ha exacerbado esta tendencia de que cada uno tira de la manta para sí». El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) constató que «la recuperación económica es real, pero débil y frágil en los países avanzados, mientras que los países emergentes están en pleno tirón». En este contexto, estimó que hay que salir del «falso dilema» entre la estimulación de la actividad económica y el ajuste presupuestario porque «hay que hacer las dos cosas al mismo tiempo y acelerar las reformas estructurales». GARA
La tasa de paro en la OCDE se mantuvo estable en el 8,5% en setiembre por cuarto mes consecutivo, un dato que encubre un incremento de la divergencia en la evolución de sus países miembros. En la zona euro la tasa de paro experimentó un alza de una décima hasta el 10,1%, mientras que en el conjunto de la UE se mantuvo sin cambios en el 9,6%. La situación de el Estado español (dos décimas más hasta el 20,8%), Irlanda (subida de dos décimas hasta el 14,1%), o Eslovaquia (subida de una décima al 14,7%) contrasta con la de Alemania (una décima menos al 6,7%, por debajo del 8,4% de antes de la crisis) y Holanda (una décima menos al 4,4%). GARA