Raimundo Fitero
Juguetes
Sigue el declive. El diluvio que se nos lleva. La tormenta que retira los viejos paraguas. Los señuelos para entretener al personal con sus mentiras. Las declaraciones de González se convierten en una sopa de descalificaciones. No importa el fondo, sino que Iñaki Gabilondo acusa de hipócrita a Pedro J, haciendo él su máximo ejercicio de hipocresía y cinismo. ¿Qué opina el cura felipista de la confesión de su líder democrático? Sabemos muy poco al respecto, simplemente que ataca a quién está montando en su canal, Veo7, un nuevo akelarre GAL. Sí, todo es cinismo, todo es mentira, un despropósito porque nadie dice nada de la nueva tropelía antidemocrática y anticonstitucional que acaban de perpetrar, PP y PSOE, es decir los que más saben del GAL y de todos los batallones vasco-españoles, con una vuelta de tuerca para eliminar actas de concejal por intuiciones sobrevenidas, es decir cuando les parezca oportuno para hacerse con una alcaldía.
Pero si todo esto que sucede en nuestras pantallas, ante nuestros ojos, tiene su poso partidista y electoral, las declaraciones de Miguel Ángel Idígoras hablando de su visión de la situación de ETB, es una de esas piezas históricas, en donde se demuestra que los entes de radio y televisión públicos no son más que juguetes instrumentales de los partidos que detectan las mayoría parlamentaria coyuntural. Lo que dice Idígoras es una retahíla de opiniones capciosas, de vómito de rencores, de manifiesto de incapacidades, de dependencia política. Es una de las burradas más grandes que se han dicho nunca en la historia de las televisiones públicas, y tenemos hemerotecas y videotecas como para tirarnos unos cuantos meses revisándolas.
En este caso lo peor es comprobar que el supuesto directivo simplemente transmite mensajes superiores porque los directos responsables de su nombramiento aplauden «la valentía» de esas declaraciones. El odio que respiran contra todo lo que sea levemente abertzale o nacionalista es tan grande que son capaces de incendiar EITB aunque se quemen ellos en el intento. No se ha visto jamás a nadie con responsabilidad en una empresa emprender una labor de demolición y descalificación tan bárbara.