Una encuesta apunta a que hay menor aceptación de los inmigrantes que hace un año
El porcentaje de ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que opina que la inmigración es un problema ha aumentado en tres puntos respecto a 2009. Además, según Ikuspegi, más de la mitad opina que los extranjeros hacen que se incremente el paro y generan delincuencia.GARA |
Una encuesta realizada en mayo a 1.200 residentes en la CAV revela que el 15,4% de la población ve la inmigración como un problema. El año pasado el porcentaje era tres puntos menor, y en 2008 ocho, según el último barómetro del Observatorio Vasco de Inmigración-Ikuspegi. Sus responsables, Xabier Aierdi y José Oleaga, presentaron ayer el estudio en rueda de prensa acompañados por el director de Inmigración de Lakua, Miguel González, y el vicerrector del campus de Bizkaia de la UPV-EHU, Carmelo Garitaonandia.
Los resultados apuntan a que los temas que más preocupan son el paro (82,4%), los problemas económicos (34,6%), la vivienda (21%) y el terrorismo (20,9%) seguidos, en quinto lugar, por la inmigración (15,4%). En realidad, esa preocupación por la inmigración se da porque los encuestados piensan que es mayor que la que realmente es. Se estima que los extranjeros representan el 16,9% de la sociedad de la CAV, mientras que de verdad sólo son el 6,4%.
El 60% de los encuestados opina que la presencia de foráneos incrementa el paro, sin embargo ocho de cada diez piensa que sólo se les debería permitir la estancia siempre y cuando dispongan de un contrato de trabajo.
Aunque un 44% opina que la presencia de inmigrantes puede ayudar a resolver el problema del envejecimiento demográfico, la mayoría se guía por prejuicios, como que abusan del sistema de protección social (68,8%), pagan menos impuestos (42,6%) y generan delincuencia (55,7%). Por el contrario, Oleaga afirmó que los datos demuestran que esos estereotipos son falsos. Los inmigrantes procedentes de Europa occidental y de Argentina son los mejor valorados, frente a los originarios de Marruecos, Argelia y Magreb.
El 48,6% de los encuestados opina que para ser aceptados, los inmigrantes deben abandonar las partes de su religión o cultura que choquen con la legislación local.