El primer ministro iraquí en funciones, Nuri al-Maliki, manifestó ayer su negativa a hacer concesiones a sus adversarios, una horas antes de la reanudación de las negociaciones sobre el reparto de poder que permita un acuerdo de Gobierno que ponga fin a la crisis política que vive Irak desde hace ocho meses.

Sin embargo, ese acuerdo para forma el nuevo Gobierno, que fue anunciado el fin de semana por el Ejecutivo, volverá a retrasarse después de que Al-Iraqiya, la alianza ganadora de las elecciones del 7 de marzo, descartara su constitución inmediata y no excluyera que se aplace la sesión del Parlamento de hoy.

La negociación se retomó ayer en Bagdad, con presencia del ex primer ministro Yyad Allawi, líder de Al-Iraqiya, y del vicepresidente iraquí en funciones y miembro de la misma formación, Tarek al-Hashemi, quien dijo no haber acudido la víspera por «haber percibido en las últimas conversaciones un fuerte empeño en los puestos más que en un esfuerzo por hallas una solución a la crisis», informó Efe.

Los contactos de los dos últimos días debían servir para superar las diferencias en el reparto del poder antes a la sesión de hoy, que deberá elegir a su presidente y al jefe del Estado, quien a su vez designará al primer ministro. Al-Maliki podría situarse al frente de un nuevo Ejecutivo incluso sin contar con el respaldo de Al-Iraquiya, liderada por el ex primer ministro Iyad Allawi. Un Gobierno liderado por Al-Maliki saldría adelante en el Parlamento incluso si la alianza Iraquiya rechazara entrar a formar parte de ese Gabinete.

Favorito para liderar el nuevo Gobierno tras lograr el apoyo de varios grupos parlamentarios, Al-Maliki se mostró ayer firme al señalar que «debemos afrontar los retos que se presentan para no permitir que los conspiradores vuelvan y pongan su mano sobre todos los avances que hemos conseguido», señaló en referencia a los partidarios de Saddam Hussein.

Con el apoyo masivo de la mayoría suní, la alianza de Allawi venció a la formación de Al-Maliki en las elecciones. «Incluso si tenemos diferencias, hay que recordar que estamos en el mismo barco», dijo. A su juicio, hoy se asistirá al «inicio de la fundación del Estado iraquí» e instó a las coaliciones políticas a unirse para afrontar los desafíos y formar un verdadero Ejecutivo de participación nacional.

Al-Maliki hizo esas declaraciones después de que Hany Ashur, consejero de Al-Iraqiya, descartara la posibilidad de que en los próximos días se forme un Gobierno y no excluyera que la sesión parlamentaria se posponga.