BBK se indigesta con Caja Sur, que ocultó la elevada morosidad que acumula
Caja Sur ocultó su elevada morosidad, que el Banco de España ha aflorado, lo que deja a BBK en una difícil posición. Las cuentas saneadas de la caja que preside Mario Fernández están comprometidas por una operación errónea. Las tres cajas vascas suman más activos que la unión de BBK y Caja Sur.
Juanjo BASTERRA
Caja Sur cuenta con el doble de morosidad de la declarada, según los últimos datos que ha desvelado el Banco de España a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), según recogía «El País» en su edición de ayer. Son 1.377 millones, un 9,98%, prácticamente el doble de la media del sector, a los que se deben añadir los 451 millones en fallidos, con lo que los créditos con pocas posibilidades de recuperación suman ya 1.828 millones. El esfuerzo de BBK, que tomará las riendas de la caja cordobesa a nivel oficial en enero de 2011, será mayor para estabilizar las cuentas y supone una nueva indigestión para la caja vizcaina, porque empeora sus primeras estimaciones y deja en mal lugar las decisiones que se adoptaron.
BBK Bank tendrá que hacer frente a unas cuentas negativas, que son el doble de las anunciadas. Ese hecho supondrá que, en primer término, la caja vizcaina tendrá que realizar una mayor esfuerzo para reflotar la caja cordobesa y, por lo tanto, poner en peligro la solvencia que ha demostrado en los últimos años. Si en el «test de estrés» que se realizó al sistema financiero a BBK se hubiera añadido Caja Sur, la entidad que preside Mario Fernández no hubiera quedado en segundo lugar, detrás de la Banca March, sino en la octava posición, pero si se hubiera conocido la realidad de la morosidad de la caja cordobesa, hubiera caído varios puestos más. Esta situación pone, de nuevo, en entredicho la operación de Mario Fernández de «comprar por comprar» una caja en venta. Él mismo reconoció que las preferencias de BBK se ajustaban a «zonas económicamente activas», y Andalucía no entraba entre las mismas.
De hecho, meses antes cerró oficinas por la baja rentabilidad que ofrecían. Kutxa y Vital Kutxa ven en la operación de Fernández un intento de ganar tamaño ante una posible fusión de las cajas vascas después de las elecciones forales del próximo año. De hecho, Carlos Tamayo, director general de Kutxa, calificó en setiembre pasado, como recogía el «Diario Vasco», de «discutible» la compra de BBK y avanzó que BBVA descartó la operación de Caja Sur. Recordó que ante una fusión de las cajas vasca cambian los parámetros de volumen y solvencia. Es evidente que los últimos datos que se han conocido de Caja Sur ponen en un aprieto a Mario Fernández, pero no sólo a él, sino que hay sindicatos como CCOO y ELA que dieron el visto bueno a la compra de la cordobesa.
Los datos sigue desequilibrando la apuesta a favor de una fusión de cajas vascas sobre la iniciativa que BBK ha emprendido en solitario con Caja Sur. Lo que está claro es que la suma de Vital Kutxa, Kutxa y BBK es mayor que la de Caja Sur y BBK. La iniciativa actual de Mario Fernández suma unos activos en torno a los 45.700 millones, pero la unión de las tres cajas se aproximaría a los 60.000 millones. La rentabilidad y la solvencia, por otra parte, desequilibran la apuesta. Por eso, cada vez se entiende menos la opción de Mario Fernández y que ha puesto en marcha un banco para cerrar la operación, al frente del cual se sitúa Xabier Irala, que ya cuenta con el visto bueno de Bruselas. En la reciente asamblea de BBK en la que se dio luz verde a la operación en Andalucía, Mario Fernández dijo que la adquisición de Caja Sur «se realizará con nuestro excedente de 2.700 millones». Como expuso la Comisión Europea, «la liquidación de Caja Sur y la venta de su negocio bancario garantiza que el negocio vendido pasará a ser viable sin un apoyo continuado del Estado español». Cierto. Sin embargo, el coste cada vez es mayor para la caja vizcaina porque se están descubriendo «todos los agujeros de la cordobesa».
Por otro lado, este fin de semana el consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo de Gasteiz, Carlos Aguirre, ha señalado en una entrevista en «El Correo español» que «en el futuro quizá veamos un banco del que las tres cajas sean accionistas». Esta opción, sin duda, pone de nuevo el debate en el ámbito de la actividad de las cajas, aunque es cierto que hace ya más de quince años fracasó un intento de crear un banco público vasco. Entonces, era consejero José Luis Larrea. Pero dentro de este enmarañado proceso llama la atención que haya salido esta posibilidad de nuevo.
La vicepresidenta segunda española, Elena Salgado, dijo que los representantes de la CAV sólo asistirán a las reuniones del Ecofin que afecten al Concierto Económico y que el 99% de las materias que se tratan en estos encuentros no atañen a las comunidades autónomas,
Salgado respondió en el pleno del Congreso español a la pregunta de la diputada del Grupo Mixto Uxue Barkos sobre si el Gobierno contempla incorporar técnicos de la Hacienda Foral de Nafarroa a las reuniones de trabajo del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la UE (Ecofin). También precisó que en el acuerdo alcanzado con el PNV no se habla de presencia en las reuniones del Ecofin sino «de presencia en los tres grupos de trabajo en aquellos casos en los que eventualmente pudieran tratarse materias que tuvieran relación con el Concierto Económico». De esta manera deja clara la posición española. GARA