EUROLIGA Primera derrota como local del Baskonia
Para pillarse un buen rebote
Zalgiris destrozó la pintura azulgrana con 22 rechaces más capturados y complica el futuro baskonista.
C. LABORAL BASKONIA 88
ZALGIRIS KAUNAS 92
Jon ORMAZABAL
El Baskonia encajó ayer una inesperada y merecida derrota ante un buen y rocoso Zalgiris en un partido en el que más de uno debió terminar muy rebotado. Y es que, salvo en cuatro o cinco minutos atinados dentro del primer cuarto, en el que los azulgranas se adelantaron 20-10, el Caja Laboral estuvo siempre a merced de un equipo que sacó mucho provecho a su poderío interior -capturó 22 rebotes más, 17 de ellos ofensivos-. Esta derrota además complica muy mucho la primera plaza del grupo y hasta incluso algo el pase al Top 16.
Incapaz de imponer su ley, el Baskonia llevaba varias jornadas teniendo que reaccionar ante las propuestas rivales, pero ayer se quedó sin respuesta ante esa inferioridad interior, en una noche en la que hasta San Emeterio tuvo el día negado.
Y es que, pese a esos cinco minutos entonados del primer cuarto en los que el Baskonia se fue de diez, el equipo azulgrana se encontró incómodo desde el salto inicial. El cambio de Barac por Haislip en el primer minuto ya fue muy significativo y predijo lo que vendría después. El estadounidense jugó cuatro minutos y luego no saltó más.
Desconectado Barac
Hasta ahora se había disimulado, pero el partido de ayer dejó en evidencia la fragilidad del juego interior azulgrana. A pesar de que Rancik cuajó un gran partido en ataque, la desventaja de centímetros una vez que Ivanovic condenó a Barac por su nefasta noche resulto insalvable. Los bálticos dominaron la pintura con la terna Begic, Watson y Jankunas, 41 puntos entre los tres, y dieron la puntilla desde el exterior con los inspirados Pocius y Kalnietis, que anotaron treinta entre ambos.
Un parcial de 2-17 tras un tiempo muerto dio la iniciativa a los lituanos en el marcador y los gasteiztarras ya no volvieron a tomar el mando del partido, pese a que hubo momentos en los que llegaron a tomar ventaja en el marcador.
Desde el dominio de la pintura, a base de penetrar y de su buen lanzamiento exterior, Zalgiris fue adquiriendo la confianza suficiente para volver a profanar Zurbano.
Dusko Ivanovic señaló que lo de ayer es «una demostración de que no se puede ganar sin defender. Ha sido uno de nuestros peores partidos en defensa. Por culpa de ello nos quedamos en una situación bastante complicada en un grupo que puede decidirse en el último partido y que quizá se puede decidir en el último partido por puntos».
«Creo que el equipo no salió como debía a jugar un partido tan importante como éste», agregó un Ivanovic que ya sabe que su equipo va a sufrir por dentro. «Pero es lo que tenemos y no sólo hay que defender dentro. Hay que defender antes para que el balón no llegue dentro tan cómodo. No perdimos por el ataque». J.O.